El curioso
sofá, clásico de
Edward Gorey publicado en 1961 y firmado con el seudónimo de Ogdred Weary, es
una hilarante parodia de los tópicos de la literatura pornográfica. Poblada de
caballeros bien dotados, doncellas deliciosamente simpáticas, perros inmorales,
adminículos sorprendentes, juegos excitantes, fiestas libertinas y un
inquietante sofá, esta curiosa obra de la imaginación erótica confirma que el
principal órgano sexual humano es el cerebro.
OBITUARIO
Edward Gorey
Creó un mundo
surrealista ambientado a finales de la época victoriana a partir de palabras e
imágenes cargadas de muerte, visitantes amenazadores y misteriosas casas de
campo. Edward Gorey, que murió a los 75 años de un infarto, fue célebre por sus
ilustraciones e historias gráficas a menudo macabras, que le convirtieron en un
fenómeno de culto seguido en todo el mundo. En las antologías Amphigorey (1972), Amphigorey Too (1975) [Amphigorey también], Amphigorey Also [Amphigorey
además] (1983) y Amphigorey Again
[Amphigorey de nuevo] (2004) se
recogen más de 60 pequeñas obras (chapbooks).
Gorey insistía en
que no había un deleite morboso detrás de las ingeniosas historias que mostraban
niños u otras víctimas desdichadas al borde de una muerte inmerecida. “No veo
disparidad entre mis libros y el día a día… Escribo sobre la vida cotidiana.”
La cotidianeidad del arte de Gorey combina una Inglaterra victoriana de finales
de siglo, o ya eduardiana, con unas pinceladas de la lectura favorita de sus
días de universitario (en particular Ronald Firbank, Evelyn Waugh e Ivy
Compton-Burnett), y una afición de por vida a Agatha Christie.
Aunque muchos
lectores estadounidenses le creían británico, lo cierto es que Gorey, de padre
periodista católico y madre episcopaliana, nació en Chicago. Tras el instituto
asistió durante un tiempo a la Escuela de Arte de Chicago. Después de pasar
tres años durante la guerra destinado como oficinista en el ejército de los
Estados Unidos (en gran parte en el desierto de Utah), se especializó en
francés en Harvard. Más tarde trabajó en el departamento de arte de la
editorial Doubleday Anchor.
Su primer álbum
ilustrado fue The Unstrung Harp; o Mr Earbrass Writes a Novel [El arpa sin
encordar; o, el señor Earbrass escribe una novela] (1953), un estudio
adorablemente irónico de un lúgubre novelista eduardiano que lidia con la
inspiración, la distracción, las verdades eternas de la publicación y “el
indecible horror de la vida literaria”.
El afamado The Doubtful Guest [El invitado incierto] (1957), tiene lugar en una casa de campo,
donde una familia que parece salida de una obra de Compton-Burnett está
consternada por el “huésped no invitado”; una triste, peluda e inexplicable
criatura en zapatillas blancas de tenis. A los exquisitos trazos en tinta les
sigue una leyenda, siendo la última:
Llegó hace 17 años, y hasta este día no ha
mostrado intención de querer marcharse.
Su fascinación
por el surrealismo pasó a ocupar un primer plano en The Object-Lesson [El ejemplo
práctico] (1958), cuya historia transcurre entre astutas incongruencias
mientras las ilustraciones ponen de relieve su maestría en el equilibrio y el
diseño. Esto llevó a Edmund Wilson, del New Yorker, a apreciar sus primeros
libros y así, en 1959, Gorey obtuvo su primera crítica importante. Más tarde El
invitado incierto evolucionó a un ser más perturbador, sin ojos y con largos
brazos gomosos, conocido como Figbash y que recuerda en parte a la figura proteica
de Max Ernst, Loplop. Otros iconos recurrentes de Gorey son los gatos y la Black Doll [La muñeca negra] sin brazos ni rasgos. El arte chino, japonés y el
simbolismo también le influyeron enormemente.
Muchos de sus
siguientes libros a menudo alteraban las formas existentes; una de sus técnicas
favoritas era la de combinar la plantilla victoriana de un alfabeto moral o
instructivo con un material de efectos opuestos. The Gashlycrumb Tinies [Los
Pequeñines Macabros] (1963) muestra 26 niños condenados:
La A es de Amy, que se cayó por las
escaleras.
La B es de Basil, atacado por los osos.
En las historias
mucho está implícito; por ejemplo, a Amy sólo la vemos sobrevolando la
escalera, y a Basil simplemente amenazado. En el pornográfico The Curious Sofa [El sofá singular] (1961) –bajo el seudónimo de Ogdred Weary– la
espantosa decadencia no ocurre ante nuestros ojos, lo que lleva a nuestra
imaginación a trabajar de un modo enfermizo. Este mismo control hace soportable
su único trabajo realmente morboso: The
Loathsome Couple [La pareja
abominable] (1977) recuerda vagamente a los “Asesinos del Páramo”. Un
carácter esquivo y un sentido de conexiones tácitas se convirtieron en su sello
inconfundible. The Other Statue [La otra estatua] (1968) presenta una
tragedia en una casa de campo aislada y algunas pistas, de las que no se puede
decir si son escasas, o demasiadas.
El homenaje de
Gorey a Agatha Christie, The Awdrey-Gore
Legacy [El legado de Awdrey-Gore]
(1972) es más un juego de herramientas para recopilar una trama ilustrada al
estilo Christie, que una historia detectivesca, pero la elaboración sugiere un
misterio aún más bizarro. El propio artista tenía siempre a mano explicaciones
prácticas “Ya sé que los libros tratan de algo que no es lo que parece… pero no
sé qué es.”
Desde 1957 hasta
1982, Gorey asistió a varias obras del New York City Ballet, cuyas
representaciones influenciaron su obra. De ahí la historia de la bailarina
tragicómica en The Gilded Bat [El murciélago dorado] (1966), las
risueñas viñetas de humor en The Lavender
Leotard [El leotardo lavanda]
(1973), y dibujos de representaciones insólitas: “Sarah Blotter interpreting Wurmkast’s Twelfth (the ‘Apocalyptic’) Symphony,
Oklahoma City, 1904.”
Durante ese
cuarto de siglo de asistencia al ballet, Gorey se hizo famoso por llevar
grandes abrigos de pieles iguales a los preferidos por sus personajes con
zapatillas de tenis blancas. Ilustró el trabajo de otros autores, incluyendo a
Samuel Beckett, John Ciardi, TS Eliot (Old
Possum's Book of Practical Cats [El
libro de los gatos habilidosos del Viejo Possum]), Edward Lear (The Jumblies, The Dong with a Luminous Nose
[El Dong de nariz luminosa]), Saki y
Muriel Spark (The Very Fine Clock).
También realizó nuevas ilustraciones para las fábulas de Esopo y las historias
de Brer Rabbit.
Gorey llevó con
éxito al teatro su habilidad para el diseño; para la producción de Drácula en Broadway en 1977 ideó unos
melodramáticos y siniestros sets y vestuario que le valieron un premio Tony por
diseño de vestuario. Gorey Stories,
un musical basado en su obra, fue representado en 1978. También ganó en 1972 un
premio otorgado por el Instituto Americano de Artes Gráficas por el diseño de Amphigorey, los premios World Fantasy
por sus ilustraciones en 1985 y 1989, y el International
Horror Guild en 1999.
Posteriores
trabajos destacados incluyen The Raging
Tide: or, The Black Doll's Imbroglio [La
rabiosa marea; o, el embrollo de la muñeca negra] (1987), donde imágenes
absurdas de Figbash y otras criaturas
surrealistas permiten la interacción con el lector al enlazar a diferentes
opciones – “Si esto no te parece inquietante, dirígete a la página 19. Si sí te
lo parece, dirígete a la página 17.”
– y The Haunted Tea-Cosy (1997), cuya
subversión de inspiración dickensiana empieza cuando un enorme escarabajo se
presenta a sí mismo como el Bahhum Bug.
Excentricidades
aparte, Gorey llevó su vida personal con la máxima discreción. La crónica
Reuters de su muerte concluye con el que fácilmente podría haber sido el final
de una de sus sombrías historias, con la muñeca negra dándole vueltas al
desastre: “No quedó claro si hubo supervivientes.”
Edward St. John
Gorey, autor, artista e ilustrador, nació el 15 de Febrero de 1925, y murió el
15 de Abril del 2000.
David Langford
The Guardian
20 de abril de
2000
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