Nota de prensa:
Libros del
Zorro Rojo presenta un
nuevo título de la Serie Illustrata en pequeño formato.
Las
flores del mal, de Charles
Baudelaire e ilustrado por Pat Andrea
(traducción de Jaime Siles)
Prohibidos
en Francia por ofensa a la moral y a las buenas costumbres, los poemas reunidos
en este volumen debieron aguardar noventa y dos años hasta su reivindicación
pública. Pat Andrea, figura clave del arte contemporáneo, ha sabido forjar una
de las recreaciones más deslumbrantes que se hayan realizado sobre el universo
de Baudelaire.
Charles Baudelaire, París, 1821 – 1867. Cursó
estudios en colegios de Lyon y París. En 1840 se matriculó en la Facultad de
Derecho y comenzó a frecuentar a la juventud literaria del Barrio Latino, donde
hizo amistad con Gérard de Nerval y Honoré de Balzac. La vida bohemia le valió
numerosas disputas con su familia, que en 1841 resolvió embarcarlo en el
paquebote Mers du Sud con destino a Calcuta. De regreso a Francia tras ocho
meses de travesía, inició su trayectoria como poeta y crítico de arte. Sus
escritos en la prensa supieron llamar la atención del público sobre Eugène
Delacroix, Richard Wagner y Edgar Allan Poe, a quien tradujo extensamente en
versiones que aún se consideran canónicas. De su producción literaria destaca
la novela La Fanfarlo (1847), la recopilación de poemas
titulada Las flores del mal (1857), que cifró su fama y le deparó
un proceso judicial, una condena y una multa de 300 francos, Los
paraísos artificiales (1860) y Pequeños poemas en prosa (1862).
Los últimos años de su vida transcurrieron en Bélgica, donde intentó vanamente
ganarse la vida impartiendo conferencias sobre arte. Afectado por las secuelas
de la sífilis, murió a los cuarenta y seis años en París.
Pat Andrea, La Haya, 1942. Asistió a
la Real Academia de Bellas Artes de la Haya y en 1967 obtuvo el Premio Jacob
Maris de dibujo. Durante la década del 70 formó parte del grupo ABN junto a
Peter Blokhuis y Walter Nobbe. En 1976, tras exponer en París, viajó por
Sudamérica; dicha experiencia produjo un profundo cambio en su trabajo, sus
composiciones figurativas adquirieron mayor fuerza y tensión formal, la base
clásica de su estilo se enriqueció con deformaciones muy personales y
expresivas que imprimieron a su obra una inusual fuerza dramática. De regreso a
Europa se instaló en París, donde conoció a Antonio Seguí. En 1979, el crítico
Jean Clair lo invitó a participar junto a David Hockney, Ron B. Kitaj y Antonio
López en la exposición que fundaría uno de los movimientos artísticos más
importantes de la segunda mitad del siglo xx, La nouvelle subjectivité.
En 1998 fue designado profesor en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París.
Su obra, ampliamente expuesta en todo el mundo, integra las colecciones del
Museo de Arte Moderno de Nueva York, del Centro Pompidou de París, del Museo
Gemeente de La Haya, del Museo Stedelijk de Amsterdam y del Museo Frissiras de
Atenas.
Tiene toda la razón, el libro es una maravilla. Creo que usted también ha visto una magnífica "Alicia..." ilustrada por Pat Andrea.
ResponderEliminarSupongo que la edición de bolsillo no estará mal (y menos en estos tiempos) pero... A veces merece la pena "rascarse el bolsillo". En este caso, sería una excelente opción.
Estoy de acuerdo, el libro ilustrado pide espacio. Hace dos años, por estas fechas, pude ver una exposición de las ilustraciones de "Alicia" de Pat Andrea en el "Centre d'Arts Santa Mònica". Además de las 50 telas de gran formato, el propio Andrea dibujó las paredes de la sala. Buenos días tenga usted, Rubia.
ResponderEliminarFantásticas ilustraciones que nos remiten, como bien dices, a las de Alicia. ¡Aún recuerdo la escalera grafietada de Santa Mònica!
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