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miércoles, 27 de abril de 2011

HISTORIA DEL GARROTE VIL (I)


DE LA HORCA AL “HUMANITARIO” GARROTE

Se desconoce el origen cierto de este instrumento aunque se cree que ya era utilizado por hermandades secretas en la Edad Media. Existen grabados el siglo XVI que muestran instrumentos de tormento muy parecidos al garrote vil que hoy conocemos, pero sin duda fue Fernando VII quien implantó la utilización de este asiento de la muerte que, por otra parte, también se utilizó en Portugal y fue exportado por España a América de Sur, Cuba y Puerto Rico. En la lejana China también se utilizaron variantes del “castizo” garrote español.


El Código Penal de 1822 ya recogía la pena con garrote “sin tormento”, pero la tradición hizo que durante el movimiento absolutista de la llamada “Década Ominosa”, en 1823, se volviera a la pena de horca. El garrote ya venía siendo utilizado desde antiguo, y su utilización se vio sancionada oficialmente por la Real Cédula de 1832 decretada por Fernando VII que decía así: “Deseando conciliar el último e inevitable rigor de la justicia con la humanidad y la decencia en la ejecución de la pena capital, y que el suplicio en que los reos expían sus delitos no les irrogue infamia cuando por ellos no la mereciesen, he querido señalar con este beneficio la grata memoria del feliz cumpleaños de la Reina mi muy amada esposa; y vengo en abolir para siempre en todos mis dominios la pena de muerte por horca; mandando que en adelante se ejecute en garrote ordinario la que se imponga a personas de estado llano; en garrote vil la que castigue los delitos infamantes sin distinción de clase; y que subsista, según las leyes vigentes, el garrote noble para los que correspondan a la de hijosdalgo”.

Fernando VII

Es harto delicado hablar de las supuestas bondades de un método de matar frente a otro, debate que ya se suscitó con la famosa guillotina de monsieur Guillotin, que por cierto, no inventó él como se cree popularmente, ya que este instrumento era la mannaia ya utilizada en la Italia del siglo XV o el maiden escocés. En el caso que nos ocupa, la capacidad de producir la muerte instantánea que tenía el garrote fue más teórica que real. La inexperiencia de los verdugos la mayor parte de las veces, o la constitución física de los condenados las menos, produjeron espeluznantes agonías recogidas por las crónicas que nos ahorraremos relatar. El propio aparato fue variando con pequeñas modificaciones realizadas por los propios verdugos con el fin de “evitar sufrimientos”. Los primeros eran unos collares con un tornillo que producían la estrangulación. Luego se aplicó al collarín un mecanismo de presión sobre un plano fijo, esto además de la estrangulación, producía un aplastamiento de la región cervical. Por último, existió el modelo que tenía un punzón que atravesaba el bulbo raquídeo que producía la muerte instantánea del reo.

CONTINUARÁ…
© JAVIER CORIA

2 comentarios:

  1. Sí que es delicado comparar métodos para aplicar la muerte al prójimo, pero tengo que reconocer que el garrote vil me resulta espeluznante, mucho más que cualquier otro.

    Siempre tan interesante, Javier. Besos.

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  2. Sí, Ilona, espeluznante. Me he ahorrado transcribir las crónicas de algunas de las ejecuciones. Besos.

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