“EL
FRANQUISMO SIGUE PRESENTE EN LAS INSTITUCIONES ESPAÑOLAS”
Texto: Javier Coria Fotos: Francesc Sans
Yolanda
González era una joven dirigente estudiantil de Madrid, de origen vasco, que
militaba en la organización trotskista Partido Socialista de los Trabajadores
(PST). El 1 de febrero de 1980, fue secuestrada y asesinada por un comando
fascista compuesto por militantes de Fuerza Nueva. Hoy, 33 años después, “El País” ha destapado que uno de los asesinos, Emilio Hellín Moro, trabaja para el
Ministerio del Interior dando cursos y asesoramiento a policías y guardias
civiles. El exfical anticorrupción de la Audiencia de Barcelona, Carlos Jiménez
Villarejo, concedió a “Público” una entrevista en exclusiva para hablar de este
asunto con el que está muy sensibilizado.
Lejos de la imagen idílica de la Transición, el
terrorismo tardofranquista cometió más de seiscientos atentados con varios
heridos y sesenta y seis muertes conocidas. Fueron años de sangre, que ni la
desmemoria ni los pactos políticos de entonces pueden esconder hoy. En 1974,
fueron ejecutados a garrote vil el joven anarquista Salvador Puig Antich y el
alemán Georg Michael Welzel –que murió con el falso nombre de Heinz Chez-. El
dictador Franco murió el 20 de noviembre de 1975, habiendo dado el enterado a
los fusilamientos de tres militantes del FRAP y dos de ETA político-militar, el
27 de septiembre de 1975. Desde esta fecha hasta los primeros años de la década
de los ochenta, las bandas parapoliciales de la extrema derecha, muchas veces
en connivencia con los aparatos de seguridad de Estado, cometieron atentados
contra periódicos, librería, sedes vecinales o de partidos políticos, y contra
personas.
El 23 de enero de 1977, era asesinado el
estudiante Arturo Ruiz García por la Alianza Apostólica Anticomunista (Triple
A); un día después, el 24 de enero, sucedió la matanza de la calle Atocha en
que murieron cinco abogados laboralistas de CC.OO. Reivindicado por la Triple
A, fueron detenidos militantes neofascistas y dirigentes del antiguo Sindicato
Vertical vinculados a Fuerza Nueva. El 20 de septiembre de 1977, atentado con
bomba a la redacción de la revisita satírica “El Papús”, murió el conserje Juan
Peñalver y hubo 17 heridos. El 13 de mayo de 1978, muere el anarquista Agustín
Rueda Sierra tras ser brutalmente apaleado por los funcionarios de la prisión
de Carabanchel (Madrid). En octubre de ese mismo año, un paquete bomba estalla
en la sede del periódico “El País”, murió el portero de la finca, Andrés
Fraguas. El 13 de septiembre de 1979, el estudiante José Luis Alcazo fue
asesinado a golpes de bates de béisbol en el parque del Retiro de Madrid, los autores,
un grupo de jóvenes, declararon que querían limpiar el parque de “indeseables”;
el arma homicida llevaba grabado a fuego el lema: “Viva el fascio redentor”.
Yolanda González
Nos hemos dejado mucha sangre en el tintero,
esto sólo es una parte que demuestra que el asesinato de Yolanda González no
fue un hecho aislado, obra de unos “descontrolados”, sino parte de una
represión sistemática que pretendía desestabilizar y dificultar todo avance
democrático, y que además contó con apoyos dentro de la cloacas del Estado y, en
muchos casos, los culpables fueron tratados con guante de seda por algunos
fiscales y jueces de aquella época.
Carlos Jiménez Villarejo está colaborando con la
campaña que están llevando amigos y compañeros de la joven asesinada para
denunciar el hecho y que incluso ya ha provocado que varios partidos
parlamentarios hayan presentado una Proposición no de ley en el Congreso de los
Diputados para exigir respuestas al gobierno sobre el particular.
Emilio Hellín
Público
- ¿Qué valoración hace del hecho de que un asesino condenado y confeso trabaje
para las Fuerzas de Seguridad del Estado?
Villarejo - Cuando leí la noticia me quedé
asombrado, pero no sorprendido. Acabo de estudiar como el franquismo sigue
presente, de muchas maneras, en la sociedad española, en las instituciones
llamadas democráticas, y particularmente en la magistratura. Que una persona
condenada en su día por un asesinato gravísimo, aparte de otros delitos con
múltiples agravantes, y que además cumplió la pena en unas condiciones muy
favorables por parte de los jueces de vigilancia penitenciaria, que ninguno de
los jueces que favorecieron su fuga fuera sancionado penalmente, pese haber
estado huido durante tres años y siete meses en Paraguay al servicio de la
dictadura militar de Alfredo Stroessner –Hellín fue contratado por los servicios de
inteligencia del dictador-, en fin, que todo eso ocurra, y que volvamos a
reunirnos para hablar de esto, lo que produce es lo que yo he afirmado, que hay
una auténtica pervivencia de valores autoritarios, propios del sistema
totalitario franquista en ciertos sectores de la magistratura, aunque no hay
que generalizar, porque hay jueces de muchas clases”.
Carlos Jiménez Villarejo
Emilio
Hellín cambió su nombre de pila por el de Luis Enrique y, desde su empresa
“News Technology Forensics”, ha trabajado desde 2006 como asesor de
criminalística de la Guardia Civil y dando cursos de rastreo informático y
espionaje electrónico a la Policía Nacional, la Ertzaintza y los Mossos
d’Esquadra.
Público
- ¿En qué consiste la pervivencia del franquismo en el Poder Judicial, tesis
que defiende en un libro que acaba de publicar con el juez Antonio Doñate?
Villarejo- Por ejemplo, todas las sentencias
dictadas por los Consejos de Guerra y el Tribunal de Orden Público contra
centenares de miles de españoles, republicanos, demócratas, etc., condenados
injusta e ilegalmente, siguen sin ser anuladas porque el Tribunal Supremo se
niega a hacerlo. Esto es una muestra del reconocimiento de la validez de la
represión franquista por parte de la justicia española actual. Luego hay unos
datos que aparecen dispersos en los medios que a veces no todo el mundo se
fija. Por ejemplo, el día 25 de junio está citado a declarar como imputado un
periodista por haber hecho unas manifestaciones sobre la Falange Española de
las JONS, y la vinculación de ese partido único de la dictadura con los
crímenes de lesa humanidad cometidos durante la Guerra Civil y la dictadura. Un
juez le ha abierto una causa a ese periodista –Gerardo Rivas, de “elplural.com”- por injurias graves a la Falange.
Cómo a estas alturas un juez de instrucción de España puede considerar injurias
el hablar de los crímenes cometidos por la sublevación militar del general
Franco, y dictador después, y la Falange que eran parte del aparato represor
del franquismo. En este contexto hay que situar los favores y complicidades que
ha habido con Emilio Hellín, que aparte de hacerle cumplir una pena lo más
corta posible y en las mejores condiciones posibles, y después de una
manipulación para ocultar su identidad, manipulación que podía ser conocida,
parece incomprensible que fuera contratado, con dinero público, por los
servicios policiales de los gobiernos democráticos. Yo creo que el gobierno
debe contestar a la “Proposición no de ley” que han formulado los grupos
parlamentarios -PSOE, CiU, Izquierda
Plural y EAJ-PNV- a propuesta de los familiares, especialmente por la
hermana de Yolanda, Amaia González”.
Público
– Las complicidades de los asesinos de Yolanda con miembros de diversos cuerpos
policiales y de la inteligencia militar… ¿Apuntan a un crimen de Estado?
Villarejo –
Yo creo que es fundamental que se considere como un crimen de Estado. El
diputado Socialista Juan Barranco hizo una pregunta en el Congreso de los Diputados de entonces y que te voy a
reproducir. ¿Cómo obtuvieron, le preguntaba al gobierno, las armas y los
aparatos electrónicos de escucha que no son de acceso normal en el mercado?
También preguntó con qué otras organizaciones, además de Fuerza Nueva,
nacionales y extranjeras, estaban relacionados los asesinos. Nunca se
respondió.
Público
-¿Qué opina sobre los que dicen que no es bueno abrir viejas heridas y que los
problemas de la sociedad hoy son otros?
Villarejo - Los problemas de la sociedad son
muchos, entre ellos éste. Hay problemas que vienen del pasado y que persisten,
y siguen siendo problemas, porque no se han afrontado en su momento y siguen
presentes. Si hay más de cien mil desaparecidos distribuidos por las tierras de
España, y de Cataluña también, y nadie ha hecho nada, ni siquiera la justicia,
para conocer e identificar esos restos y darles un entierro digno como merecen
y exigen las convenciones internacionales, pues eso es una asignatura
pendiente. Hay una frase muy valiosa de un monje de Montserrat que ha estudiado
el nacionalcatolicismo del franquismo, Hilario Raguer, que dijo: “No se pueden
cerrar en falso las heridas infectadas”. Esto no es una herida cualquiera, es
una herida que afecta a una parte muy importante de la sociedad española, y no
se puede hablar del pasado como quien habla de la guerra de la independencia de
1714, por ejemplo”.
Carlos Jiménez Villarejo
Público
- Recientemente, la jueza argentina María Servini de Cubría, que está llevando
la Querella Argentina contra los Crímenes del Franquismo, declaró que en un año
se podrá imputar a tres exministros franquistas, dos jueces y cuatro policías.
Entre los exministros está Utrera Molina, suegro del actual Ministro de
Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. ¿Cree qué esta imputación será posible?
Villarejo -
Hasta ahora el Ministerio de Justicia, que es el que tramita las comisiones
rogatorias, que tienen que atravesar primero el ámbito gubernamental y luego
pasar al ámbito judicial, lo que ha hecho es poner toda clase de dificultades y
obstáculos para que se practiquen diligencias, como las que se iban a practicar
hace un mes –se refiere Villarejo a las
videoconferencias en el consulado de Argentina- y que no se pudieron
practicar por unos supuestos problemas técnicos que yo creo que eran políticos.
El gobierno español se opone frontalmente a que se investiguen aquí los
crímenes del franquismo. Tengo mis reservas que todo eso llegue a buen puerto,
pero ojalá que se consiga superar esos obstáculos por la justicia Argentina”.
Público
- ¿Qué le parece que la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, tache de
nazis a los ciudadanos que hacen los escraches de protestas por los desahucios?
Villarejo -
Eso no es admisible bajo ningún concepto, responde al estado de crispación
en que vivimos, esos términos hay que aplicárselos a quien corresponda. Pero lo
que pocos cuentan es que, por ejemplo, “Amical de Mauthausen” están cansados de
denunciar los ataques vandálicos que está sufriendo el monumento a las víctimas
del nazismo en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), por parte de neonazis,
muchos de ellos encuadrados en organizaciones legalizadas, cosa impensable en
otras democracias europeas. O como la Generalitat se ha cargado el “Memorial
Democràtic”, organización creada en su día por el gobierno del tripartito.
Público
- ¿Y la represión de hoy?
Villarejo -
La represión hoy también tiene lugar, y ahí están las pelotas de goma para
demostrarlo. En estos días están declarando numerosos Mossos d’Esquadra, ya
veremos en qué queda, no lo sé, pero de entrada han sido llamados a declarar
como imputados, cosa la que Infanta no ha podido hacer, tendrá más privilegios.
Los daños causados por el uso de material antidisturbios tan violentos son muy
graves. Son formas de represión que rememoran a las formas de represión
franquista, salvando las distancias”.
Ester Quintana perdió un ojo por un pelotazo de goma de los "Mossos"
Público
- ¿Se ha hecho la Transición en el aparato judicial?
Público
- ¿Y la corrupción?
Público
- ¿Hay presión a los jueces?
Villarejo -Yo
creo que no.
Público - ¿Y a los fiscales?
Villarejo -
Los fiscales no son los jueces están sometidos a una estructura jerárquica
que es más fácil que haya presión, yo creo que no debe haberla y no se deba
aceptar en ningún caso. En el caso de los jueces, si alguien acepta una presión
es porque quiere, ya que debido a su estatus e independencia, no tienen porque
someterse a ningún tipo de presión y hay que diario rechazarla.
Entrevista
originalmente publicada –no completa- en “Público”
Posteriormente
se publicó –completa- en la “Revista Rambla”
ADENDA
1: Antes de nada apuntar el lapsus que comete
Villarejo al fechar la guerra de independencia en 1714, año del fin de la
Guerra de Sucesión, la de Guerra de Independencia fue de 1808 a 1814, claro. Mi
abuela de adopción, que es más sabia que yo –cosa no muy difícil, por cierto-
y, lógicamente con más experiencia, me hace notar –con rapapolvo y azotes
virtuales incluidos- que hay unos años de la vida profesional del señor
Villarejo de la que ningún periodista –entre los que me incluyo en este caso
específico- por desidia o desconocimiento, no hablan. Se refiere la abuela al
hecho de que el señor Villarejo, hoy señalado por muchos como un héroe de los
Derechos Humanos y la denuncia del franquismo, comenzó su carrera cuando
ingresó, por oposición libre, en la carrera de fiscal en plena dictadura. En1962 fue nombrado abogado fiscal en la Audiencia Territorial de Barcelona. En
esos años de plomo fueron asesinados, por ejemplo, al comunista Julián Grimau y
los anarquistas Granados y Delgado (1963), y el estudiante Enrique Ruano(1969), del FLP, fue defenestrado por la Brigada Político Social. Jiménez Villarejo
fue cofundador de Justicia Democrática en 1972. Y militó, de 1973 hasta 1975,
en el PSUC. Pero fue en el periodo que va de 1972 a 1987, donde, por
ejemplo, en la cárcel Modelo de Barcelona se cometieron las más salvajes tropelías. Las denuncias por torturas –a presos comunes y políticos, pero los primeros
contaban con menos apoyos- de los presos eran desestimadas, mientras los
testimonios de lo policías y funcionarios eran tomados como pruebas de cargo.
En esa época de lucha de organizaciones como la Coordinadora de Presos (COPEL),
no conocemos, y podemos estar equivocados, que fiscales de Barcelona
denunciaran los hechos y tomaran partido por los denunciantes de torturas y
malos tratos.
Nota de prensa informando del nacimiento de la COPEL
Un ejemplo: en septiembre de 1983, el exdirector
de la cárcel Modelo de Barcelona, que en ese momento era subdirector de la
cárcel de Segovia, señor Manuel Marino Camacho
Panadero, fue llamado a declarar por las presuntas torturas al preso común, por
delito de robo, llamado José Molina Castillo. El preso estuvo incomunicado en
la tristemente famosa celda de observación psiquiátrica de la Modelo conocida
como “El palomar”. El aislamiento duró desde noviembre 1981 hasta marzo de
1982, en el que el preso fue trasladado al psiquiátrico de Santa Coloma de
Gramanet. El preso y su abogada, la penalista María Teresa Sánchez Concheiro,
denunciaron las continúas palizas que recibió el reo, por las que sufrió una
lesión pulmonar que le costó un mes de ingreso en el hospital Clínico de
Barcelona. Varios funcionarios y médicos de la prisión fueron llamados a
declarar tras la denuncia de familiares, organizaciones de presos y la Comisión
de Defensa del Colegio de Abogados. En la declaración del exdirector estuvieron
presentes el fiscal Jiménez Villarejo, el juez de Vigilancia Penitenciara Antonio
Doñate –amigo de Villarejo con el que acaba de escribir un libro- y la letrada
del recluso. La causa fue
archivada por el Juzgado de Instrucción número 12 de Barcelona. Esta decisión
fue ratificada por la Sala Segunda de lo Penal de la Audiencia barcelonesa, que
alegó unos defectos formales en la tramitación de la denuncia. Hasta que, en 1985, el Tribunal Supremo admitió a trámite
la denuncia por torturas en la Modelo sobre el joven que, en el momento de los
hechos, contaba con 19 años de edad.
Hola yo conocía a Manuel marino ca
ResponderEliminar