Me entero por El Periódico
de Catalunya que la Universidad de Toronto ha escaneado y colgado en la
red, para su consulta gratuita, una de las guías de Barcelona más antiguas que
se conservan, la llamada Guía Dubà, llamada así por su autor, Miguel Dubà i
Navas, decano de los maestros de las escuelas públicas de la ciudad, pero
también novelista, autor de almanaques y de un ensayo de antropología y
pedagogía.
En el curioso prólogo de Miguel Dubà califica a Barcelona como
“La perla de la Corona de España”, por su acusado “ingenio industrial”. Además de
las tarifas de los viajes en coche de caballos a otras poblaciones, llaman la
atención los precios de los nichos y tumbas del cementerio. Junto al listado de
farmacias, hay un relación de los medicamentos y pócimas más populares de la
época, como el “bálsamo acústico” para la sordera, “el agua de África”, para
usos cosméticos, o los habituales tónicos y purgas. Por cierto, sobre un vino tónico
y un misterioso polvo que salvó muchas vidas les recomiendo entrar en los
enlaces de este blog que les señalo abajo.
El publicista Dubà, para asegurar al turista que esta era
una ciudad tranquila y laboriosa, no duda en poner ejemplos que hoy podrían
levantar ampollas. Dice que “no hay tantos vagos como en Madrid”, “ni tantas
desgracias como en Sevilla y Zaragoza”, también habla de la propensión a las
armas en Valencia (?) y del contrabando en Málaga. El alcalde de entonces era
un militar nombrado por Real Decreto, Tomàs Metzger i Milans, aunque estuvo en
el cargo poco más de un año.
Los misterios de los juego, la novela de Miguel Dubà
Una curiosidad, hay una referencia a la fiesta de Sant
Jordi, pero habla de flores y juguetes como regalos, no de libros. Los libros
empezaron a regalarse entre los enamorados ese día (23 de abril) a partir de
1930, que se empezó a celebrar el Día Internacional del Libro, en conmemoración
de la muerte de Cervantes y Shakespeare.
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Me encantan las guías antiguas, de Barcelona tengo unas cuentas, pero esta no la conocía. Gracias por el enlace.
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