Por Edward D. Radin
Una de las primeras novelas de detectives que jamás se hayan
escrito está basada en el asesinato de Mary Cecilia Rogers, beldad del viejo
Nueva York. Al contrario de lo que se cree la gente, su asesinato jamás ha sido
puesto en claro. En El misterio de Marie
Rogêt, una pálida versión de los hechos, Edgar Allan Poe, poeta y padre de
la novela detectivesca, nos dio su punto de vista para solucionar este
asesinato. Revolviendo viejos papeles y, consultando archivos, damos una
versión oficial de lo sucedido y presentamos la solución dada por Poe. Vean si
están de acuerdo.
El día 25 de julio de 1841, un domingo por la mañana, Mary
Cecilia Rogers, una hermosa estanquera, requerida por todos los galanes de la
ciudad, salió de su casa después de haber dicho a su madre que se iba a visitar
a su tía, que vivía en la calle Bleecker. Mary, que tenía 22 años, vivía con su
madre viuda, propietaria de una casa de huéspedes en la calle Nassau. Dijo a su
madre que su novio, que vivía en la misma casa, iría a buscarla y que volverían
juntos. Al final de la tarde, una terrible tempestad asoló la ciudad, inundando
sus fangosas calles y Payne, que así se llamaba el novio, no fue a buscar a
Mary. Supuso que se quedaría en casa de su tía. Al día siguiente, en vista de
que no regresaba, por la tarde se fue a casa de la tía descubriendo con gran
sorpresa que, en todo el domingo no había estado allí. Entonces la señora
Rogers dio parte a la policía.
Portada de una edición en castellano de El misterio de Marie Roget
En aquellos tiempos, Nueva York estaba muy lejos de ser la
formidable metrópolis que es en la actualidad. El centro de la ciudad estaba
constituido por lo que hoy es el centro comercial y un poco de la parte baja
del East Side; no había muchos
habitantes y casi todo el mundo conocía o había oído hablar de la hermosa Mary,
la estanquera. Sin embargo, la policía no pudo dar con el menor rastro de ella.
Registraron concienzudamente el trayecto entre las calles Nassau y Bleeker, una
distancia de casi dos millas.
El miércoles siguiente, unos pescadores encontraron su
cuerpo flotando en el río Hudson, no lejos de Hoboken. Había sido brutalmente
asesinada. Su cara estaba tan desfigurada que apenas se la podía reconocer. Un
trozo de encaje arrancado de sus enaguas estaba tan fuertemente atado a su cuello
que se había introducido en la carne, quedando oculto entre ella. Los brazos
estaban doblados contra el pecho, y había señales de cuerdas en cada una de sus
muñecas. Su traje estaba hecho jirones. Un gorrito colgaba de sus cintas por su
cuello. Tenía la espalda llena de erosiones como si se hubiera arrastrado por
el fondo del río. Parte de su vestido estaba atado en torno a su cintura, como
si fuera un cinturón. Había sido acometida brutalmente.
Retrato de Mary Rogers
Una de las personas que fue citada como testigo y que había
estado haciendo pesquisas en la ciudad para ver si podía proporcionar alguna
luz sobre el caso, examinó el cadáver y lo identificó. Se citó a la señora
Rogers, la cual también identificó el cadáver. Se le dio sepultura sin gran
aparato de publicidad, no lejos de donde había sido encontrada. Algunos días
más tarde, un semanario volvió a hablar del asunto, y las autoridades mandaron
desenterrar el cadáver para hacerle la autopsia. El intento de la familia para
evitar la publicidad levantó el rumor de que la víctima no era Mary Rogers.
Las sospechas recayeron sobre Payne, por no haber ido a
buscar a Mary para llevarla a casa, y fue detenido. Sólo se le puso en libertad
cuando pudo presentar una buena coartada, probando lo que hizo en cada minuto
del día del suceso. Fueron detenidas algunas personas que no quisieron
atestiguar a favor de Payne, sobre las que podía pesar un poco las habladurías
de la gente, pero finalmente, todo fue aclarado. Cuando al final de la semana
se vio que no se ponía nada en claro, se ofreció un premió y completas
garantías de inmunidad a cualquiera que pudiera proporcionar datos que
contribuyeran a esclarecer un poco lo sucedido.
La historia de la "Hermosa cigarrera" se publicó como un verdadero folletín
Historias contradictorias comenzaron a llegar al cuartel de
la policía. El cochero de un simón trasnochador manifestó que una muchacha muy
parecida a Mary, acompañada de un caballero muy moreno, había atravesado el río
el domingo por la mañana. La mujer propietaria de una cantina en Hoboken dijo
que una muchacha muy bonita, acompañada también por un caballero vestido de
oscuro, había tomado algunos refrescos en su casa y luego se fueron a dar un
paseo por los bosques vecinos, un lugar bien conocido por los enamorados. Al
poco rato de que ellos hubieron salido, entró un grupo de hombres que, después
de haberse divertido comiendo y bebiendo, se fueron sin pagar la consumición.
El caballero tomó el camino del bosque. Al cabo de unos momentos, la cantinera
oyó a una muchacha que chillaba, pero no prestó atención porque los chillidos
de las chicas eran muy frecuentes en aquel lugar de citas. Al anochecer, los
hombres que se habían ido sin pagar regresaron y cruzaron el río en un momento.
Recuperando el cadáver en el río en una ilustración de la época
Otro relato completamente diferente se contaba en una carta
anónima de un hombre que decía que estaba en el lado de Nueva Jersey, a la
orilla del río, y que vio un bote que venía de la parte de Nueva York con una
joven muy bien vestida, acompañada de seis hombres. La muchacha era muy hermosa
y con un traje a la última moda, y no era de la clase de chicas que se
acostumbra a ver en compañía de semejantes hombres. El que mandó la carta decía
que se trataba de Mary Rogers y que ella se reía cuando se internó en el bosque
acompañada de aquel sexteto. Unos minutos más tarde, tres caballeros muy bien
vestidos atravesaron el río remando en una barca, y preguntaron si se había
visto desembarcar a una joven acompañada de algunos hombres. Cuando se les
informó de que la muchacha se había internado en el bosque con los hombres, los
tres caballeros regresaron a Nueva York.
La carta anónima citada
La policía hizo sus averiguaciones sobre el pasado de la
muchacha asesinada encontrado que Mary, un día, tres años antes de su
asesinato, había desaparecido misteriosamente. En aquella época estaba empleada
en casa de un comerciante de tabacos que se llamaba Anderson, que tenía un
establecimiento en la parte baja de Broadway. Anderson pensó que la belleza de
Mary atraería a muchos clientes y que, por consiguiente, las ventas irían en
aumento. Su tienda estaba todo el día llena de jóvenes que pretendían a la
joven estanquera. Mary los despreciaba a todos.
Un día no acudió al trabajo. Una semana más tarde regresó y
su madre dijo que había estado visitando a unos parientes de fuera de la
ciudad. Se notó que la muchacha estaba pálida y se había vuelto desdeñosa y
rara desde su regreso. Circularon rumores de que había tenido una aventura con
un oficial de Marina, regresando a su casa al no querer casarse con ella. Al
poco tiempo Mary dejó su trabajo en el estanco, pretextando que su madre era de
avanzada edad y que era necesaria su presencia en casa para atenderla. La
señora Rogers tenía 70 años.
La policía se inclinaba por la teoría de que Mary había sido
raptada por una banda de sinvergüenzas, que se la llevaron al otro lado del
río, la atacaron y tiraron su cuerpo al agua. Dos días antes del asesinato,
seis hombres habían acometido a una a una muchacha que había ido a buscar una
sombrilla que se había dejado en un bote. La coincidencia de los seis hombres
mencionados en la carta del comunicante anónimo hizo pensar a la policía que Mary
había podido ser víctima de la misma banda.
La revista Ellery Queen's en su edición en castellano e inglés
Unos meses después del asesinato, unos niños que jugaban en
el bosque cerca de la cantina de Hoboken encontraron unas faldas blancas, un
pañuelo con unas iniciales y una sombrilla entre los matorrales. Todas estas
cosas se identificaron como pertenecientes a Mary Rogers. Oficiales de la
policía registraron todos los alrededores encontrando arbustos rotos y huellas
sobre el terreno, como si hubiera tenido lugar una pelea. Incluso encontraron
señales en el terreno que tomaban la
dirección del río y vieron una cerca que estaba rota. El descubrimiento de la
escena del crimen no proporcionó ninguna luz.
Al saber que la policía no había podido poner nada en claro,
Payne se suicidó administrándose un veneno. Escribió una nota en la declaraba
su gran amor por Mary declarando su inocencia en el crimen, y diciendo que la
vida no tenía sentido para él habiendo muerto su amor.
Los primos Frederick Dannay y James Yaffe, los "Ellery Queen's"
Estos son los acontecimientos tal y como fueron reseñados en
su tiempo por la autoridades.
¿Quién era el asesino? ¿Payne, el novio? ¿Unos de los
muchachos que Mary había desengañado? ¿El misterioso hombre moreno que fue a la
cantina acompañando a la muchacha que se parecía a Mary? ¿Quién fue? ¿Los
hombres que se fueron sin pagar de la cantina y que siguieron a la pareja en el
bosque? ¿Los seis individuos que atravesaron el río con la muchacha?
Una cosa más: ¿cómo es que nadie volvió a ver a Mary desde
el momento que salió de casa de su madre aquel domingo por la mañana,
particularmente siendo tan conocida por todo el mundo? Vamos a presentar la
solución dada por Edgar Allan Poe. Hace ver que la coartada presentada por
Payne demuestra su inocencia, y descarta la posibilidad de que fuera el asesino
alguno de los pretendientes rechazados por Mary. Demuestra también que si Mary
hubiera sido asesinada por una banda de gamberros, tal y como creyó la policía,
los asesinos no hubieran tenido que arrastrarla hasta el río para echarla al
agua, pues dos o tres hombres hubieran sido suficientes para llevarla en brazos
y arrojarla al río.
Novela del autor de este artículo
Poe profundiza en todo lo sucedido y llega a la conclusión
de que el asesino es el oficial de marina. Razona de la siguiente manera: Desde
el momento que Mary no acude a casa de su tía en todo el domingo, demuestra que
tenía una cita secreta. Deduce que el hombre moreno no puede ser otro que el
oficial de marina. Normalmente, los marinos están quemados por el sol. Más
adelante hace hincapié en que los marineros son expertos en hacer fuertes nudos
como el que se empleó para arrastrar a la muchacha hasta el río. Como argumento
final presenta un recorte de un periódico de algunos días después del asesinato
en el que dice que el lunes se encontró una barca vacía en el río. Se la
llevaron el día anterior sin que los oficiales de la aduana se dieran cuenta,
los cuales la devolvieron al embarcadero. Sólo un experto se hubiera pedido
llevar una barca de una manera tan misteriosa, arguye Poe.
Ustedes ya tienen conocimiento de todo lo sucedido. Tanto la
teoría de la policía como la presentada por Poe. ¿Quién creen ustedes que fue
el asesino de Mary Rogers?
(Ellery Queen’s
Mystery Magazine. Edición española. Antología, 1965)
NOTAS DEL BLOGUERO
Me acuerdo de haber leído este mismo texto –sin las magníficas ilustraciones que he buscado para ustedes- con gran satisfacción en
un antiguo foro, el de los pulps, en
que participaba años ha. Pero quiero añadir otros dos sospechosos que no se
citan en el texto y de los que hablaré enseguida. Pero bueno, queridos
lectores, esta es la historia. Unos meses después Poe, que había recogido todos
los recortes de prensa sobre el caso, escribió su cuento de El misterio de Marie Rogêt, que es la
continuación de Los crímenes de la calle
Morgue. Para poder ser más libre a la hora de expresar sus teorías llevó la
acción a París y afrancesó el nombre de la víctima. La teoría de Poe era que la
joven fue asesinada por un solo hombre, el misterioso amante que pertenecía a
la marina, y no por una banda como se defendió en su momento. Si uno ha visto
la película Gangs of New York de
Martin Scorsese, que está ambientada en el Nueva York de 1847, se dará cuenta
como las bandas de criminales campaban a sus anchas por la ciudad, realidad
exagerada por la ficción, claro. Lo cierto es que el crimen quedó impune. El
cuento original fue escrito por Poe en 1842, el cual se publicó por primera vez
en tres entregas, entre noviembre y diciembre de 1842, y febrero de 1843, en la
revista Ladies' Companion.
La revista donde se publicó por entregas la narración de Poe
Dibujo de la época de "Madame Restell"
Una sospechosa que no se cita en el texto del novelista
Radin es el caso de Madame Restell, de nombre real Ann Caroline Trow, casada en
segundas nupcias con un inmigrante de origen ruso-alemán, Charles Lohman, un
impresor librepensador para unos, y un radical peligroso para otros. Ann Lohman
tenía un hermano que trabajaba en una farmacia y ella, junto con su marido, se
le ocurrió dirigir su preocupación por la salud de la mujer, en la patente y
comercialización de algunas medicinas y productos específicos para las damas,
entre ellos, los anticonceptivos. Los productos se presentaban con la etiqueta
de “Madame Restell” y el marido se convirtió en el doctor Lohman y vendía estos productos milagrosos como los charlatanes ambulantes. También tenían un
próspero negocio practicando abortos clandestinos. Los periódicos más sensacionalistas
–y las ligas pro-moralidad- de la época lanzaron una campaña contra ella, entre
ellos se distinguió el tabloide National
Police Gazette. Cuando sucedió el asesinato de Mary fue fácil por dicha
prensa lanzar rumores. Se montó la teoría de que la joven estaba embarazada y
murió durante un aborto practicado por Madame Restell y que ella, y sus
secuaces, lanzaron el cuerpo al río. Esto no se sostuvo mucho tiempo, por ello
quizá Radin lo ha obviado en su relato. Madame Restell fue detenida y juzgada
por los abortos, ilegales en aquella época. Terminó cortándose las venas en la
bañera de su casa dejando una verdadera fortuna a su hijastra y nietos.
Corría el año de 1878.
La Police Gazette con una macabra caricatura de Madame Restell
Una revista ilustrada de la época con un dibujo donde se representa la detención de Restell
Pero, ¿quién fue el otro sospechoso?...
Edgar Allan Poe
¿FUE POE UN ASESINO?
Pues sí, algunos pretendidos “estudiosos” del asunto se
preguntaron por qué el escritor no estaba entre los sospechosos, ya que
frecuentaba el estanco de la víctima y hasta pudo ser su amante. Yo hace tiempo
leí un par de biografías de Poe que ahora no tengo a mano, me las prestaron, y
no recuerdo el dato –sería imposible recordarlo- si en esas fechas, julio y
agosto de 1841, el escritor estuvo en Nueva York. También se extrañaban, los
que defendieron esta estrafalaria teoría, de las meticulosas descripciones de
Poe, pero la leyenda se alimenta también con otra cosa. Cuando el detective
Dupin nos va a descubrir el asesino en la narración de Poe, la intriga se
resuelve de mala manera y queda como cortada, con ese misterioso: “…buscar la
verdad en el detalle”. La verdad es
que no es de los mejores cuentos de Poe. Se habló de una misteriosa censura del
editor, quizá para evitar posibles pleitos, pienso yo, porque Poe daba
suficientes datos como para identificar al marino que él creía que fue el
asesino, no lo sé. Lo que está claro es que la atormentada vida de Allan Poe
fue caldo de cultivo de leyendas como le que les cuento, leyendas que nacieron
cuando el genio se despedía del mundo, en extrañas circunstancias, con el…
“Dios guarde mi pobre alma”.
© Javier Coria (de las notas)
Interesante y bonita entrada, me la puedo llevar a mi blog?
ResponderEliminarMe lo he pasado muy bien leyendo esto, es más, me he ido corriendo a mi librería para releer en cuento. Gracias.
ResponderEliminarClaro, Manel, se lo puede llevar citando y enlazando con este blog.
ResponderEliminarPor cierto, al escribir estas notas tenía en mente algunas historias que hace tiempo quería reunir sobre escritores asesinos y leyendas infundadas sobre este particular. Recordé una rocambolesca que decía que Jules Verne era en realidad Jack El Destripador, en serio, llegué a conocer virtualmente al autor de dicha tesis que prometía terminar en un libro del qué no sé si llegó a publicarse, creo que no. Pero la que sí fue real y terminó en pena de cárcel para su autor fue la del polaco Krystian Bala, que en su primera novela titulada “Amok”, relató un asesinato en el que había participado. Esta historia se publicó en la prensa en septiembre de 2007.
ResponderEliminarInteresante historia sin duda.
ResponderEliminarSaludos.
Apenas me tome en serio la historia y ni tenia idea de que El misterio de Marie Roget estuviera inspirado en un caso real............. Esto muy extraño y me da el presentimiento que si hubieran logrado resolver aquel caso sin duda se hubieran topado con algo increible, no lo sé.....
ResponderEliminarApenas me tome en serio la historia y ni tenia idea de que El misterio de Marie Roget estuviera inspirado en un caso real............. Esto es muy extraño y me da el presentimiento que si hubieran logrado resolver aquel caso sin duda se hubieran topado con algo increible, no lo sé.....
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