El joven de quince años Pepe Varela, acompañado del arqueólogo y humanista gallego Wenceslao Viñal, trata de impedir que algunas compañías extranjeras saqueen los tesoros de los galeones hundidos durante el siglo XVIII en el estrecho de Rande. Para ello solicita la colaboración de sus amigos Bruno e Isabelle, con la que además mantendrá una especial amistad. Y pide, también, ayuda al famoso escritor Julio Verne, que en este mismo año, 1878, visita la ciudad gallega a bordo de su barco, el Saint-Michel.
Cuando Verne fondeó en la ría de Vigo: El tesoro del Capitán Nemo (2006). Una primera versión de esta novela, con el título El tesoro del capitán Nemo, consiguió el Premio Lazarillo 1985.
Esta es una deliciosa novela juvenil del escritor y guionista de televisión (TVE) Paco Climent. Cuando digo novela juvenil, no quiero decir que el autor la escribiera en esa época de su vida, sino que la novela está inscrita en lo que han dado en llamar literatura para jóvenes, aunque ya saben que un servidor no es muy partidario de esta adscripción que, como en el caso de Verne, supusieron un total ninguneo por parte del mundo académico y literario de su época. Es una novela que se lee en una tarde y tiene un estilo fresco, claro y muy efectivo. Se reconoce al autor como un gran conocedor de la literatura de aventuras y de la biografía de Verne, aunque como en muchas biografías vernianas basadas en la de Marguerite Allotte de la Fuÿe, la sobrina de Verne, recogen la inventada huida de Verne, con 11 años, en un barco como polizón para buscar un collar de coral para su temprano y frustrado amor, su prima Carolina Tronson. Esto fue una de las tantas invenciones románticas con las que Allotte trufó la biografía de su tío.
La ensenada de San Simón era el banco privado del capitan Nemo en 20.000 leguas de viaje submarino
Con la base de hechos reales como la visita de Verne a Vigo en 1878, la Batalla de Rande y los pecios con tesoros hundidos en la Ría de Vigo, en la ensenada de San Simón, y la historia del pionero de la navegación submarina, el vigués de adopción Antonio Sanjurjo Badía, se desarrolla la aventura que pasa de los románticos tesoros hundidos y los amores de juventud, a la dura realidad de los pescadores que, desde tiempos inmemoriales, viven del contrabando y la piratería de costa, o la dura emigración a "las américas" con el señuelo de los pasajes gratis, que luego se cobraban con creces. Precisamente, la liberación del padre de Bruno, un pescador encarcelado en una embarcación de guerra, será la última y verdadera aventura de los tres jóvenes que, como en las novelas de Verne, comienzan un viaje iniciático que cambiará sus vidas. Es una novela ligera para pasar una buena tarde de playa, y tiene un apéndice con interesante información, entre ella me llamó la atención un artículo de la escritora Emilia Pardo Bazán que, sacada de un periódico digital, les paso a copiar:
EL SUBMARINO (Ramón Rodríguez Ares)
En el año 1890, en tiempos de la reina regente María Cristina, veraneaba en la paz campestre y bucólica del balneario de Mondariz, tomando las aguas de la Gándara para su dolencia de vesícula, la condesa de Pardo Bazán.
La condesa de Pardo Bazán
La junta técnica de Madrid no informaba favorablemente la utilidad y el beneficio que podría reportar el sumergible de Peral.
Estando en estas discusiones y sentencias de los usuarios del balneario, salió a la palestra la opinión de Don Wenceslao Viñal, bibliotecario archivero en Pontevedra, gran consumidor de documentos regionalistas y cliente estival del balneario, que se beneficiaba de las propiedades terapéuticas del agua para su dolencia del riñón.
La boya-submarina de Sanjurjo
Doña Emilia conocía a Habilidades, el excelente Antonio Sanjurjo, que tenía una pequeña fábrica de alfarería al final de la playa de Sada al que ella visitaba para comprar tiestos para plantas que adornaban la Granja de Meirás, hoy Pazo de Meirás. Don Antonio Sanjurjo Badía nació en Sada en el año 1837, como se dijo era conocido por Habilidades. Dice la condesa en su artículo publicado en El Imparcial de Madrid el 8 de Septiembre de 1890, que ignoraba si fue él o su padre quién realizó la proeza de realizar las pruebas de inmersión en la bahía de Vigo. Aún se recuerdan en Sada sus inventos, así como el árbol de Habilidades, que tenía una serie de artilugios en sus ramas que se movían con el agua del río.
FUENTE: http://www.laopinioncoruna.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2657_2_163442__A-Coruna--Metro-submarino
El "Morrazo Tribuna", de Pontevedra/Vigo, ha enlazado esta reseña:
ResponderEliminarhttp://morrazo-tribuna-web.blogspot.com/2010/07/cuando-julio-verne-fondeo-en-la-ria-de.html
HOLA
ResponderEliminarEs una novela "para jóvenes", como digo en el texto, se titula: "Cuando Verne fondeó en la ría de Vigo: El tesoro del Capitán Nemo" (2006). Está editada por "Edelvives". El autor, también lo digo en el texto, es Paco Climent. Es relativamente fácil de encontrar en España, en cualquier buscador de librerías.