LA EMBAJADA ESPAÑOLA EN
ROMA VETA EL LIBRO “CRÓNICAS DE LA MAFIA”
Por: JAVIER CORIA
Fotos: FRANCESC SANS
El libro Crónicas de la Mafia, del corresponsal
en Roma de El Correo, Íñigo
Domínguez, fue vetado por la embajada española en Roma, cuyo titular es Javier
Elorza. El ensayo (ed. Libros del KO) va por la tercera edición en España y
tenía prevista una presentación simbólica, ya que no existe traducción al
italiano, en el Instituto Cervantes, cuyo director es Sergi Rodríguez, antiguo
jefe de prensa del Arzobispado
de Barcelona. Hablamos vía telefónica
con el autor que nos contesta desde la
capital romana.
Crónicas de la Mafia es un libro que nos
explica, en veinte reportajes, abundantes notas a pie de página y la reseña de
200 películas, la historia de la Mafia Siciliana. Ameno, bien escrito y con
rigor, el libro de Íñigo Domínguez es el resultado de bucear durante años en el
complicado mundo de la información sobre la Mafia. Un capítulo controvertido
del libro, y quizá el origen del problema, es el que trata del senador
Dell’Utri y su probada relación con la Cosa Nostra, senador que ha sido la mano
derecha de Silvio Berlusconi. Dell’Utri, amigo personal de Il Cavaliere, fue detenido recientemente en Líbano tras huir de
Italia en la víspera de que el Tribunal Supremo dictara sentencia de 7 años de
cárcel por colaboración mafiosa.
El libro se presentó en varias ciudades españolas, pero
cuando el autor intentó presentarlo, junta al también periodista Enric
González, en el Instituto Cervantes de Roma, y pese a tener una aprobación de
palabra, le negaron el recinto para hacer la presentación por “motivos de
agenda y programación”.
Íñigo Domínguez nos
dice:
El libro lo presentamos en Madrid, Barcelona, Bilbao, Vitoria
y Santander, y pensé hacerlo en Roma sin ningún interés comercial, ya que no
existe una traducción al italiano del libro. Me parecía bonito hacerlo para la
colonia española de Roma, para los muchos seguidores que tengo en mi blog (el
mundo de cerca) y los colegas corresponsales. Además el libro se vende en la
librería española de Piazza Navona, junto a la Galería del Cervantes. A
principios de marzo hablé con los responsables del Cervantes, y le regalé un
ejemplar al director, Sergi Rodríguez, que le pareció muy bien la idea. Luego
me llamó el coordinador de actividades culturales y me dijo lo mismo, que era
muy interesante y que me dirían algo. Pasó el tiempo y no me daban respuesta,
los compañeros corresponsales españoles, que estaban interesados en asistir y
cubrir el acto para sus medios, me preguntaban qué pasaba. Al final, hace unas
semanas, me llegó un correo un tanto extraño de mi interlocutor en el
Cervantes. En pocas palabras me dijo que no podía ser, pero sobre las razones,
me dirigió al director del Cervantes. Todo me pareció muy raro, que mi
interlocutor no me diera razones para no presentar el libro y me dirigiera a su
jefe, cuanto menos es extraño.
¿Pero no te habían dado
una fecha?
No, había la voluntad de hacerlo, pero teníamos que concretar
fecha, pero claro, no llegamos a barajar fechas porque no me dieron la
oportunidad de llegar a ello, por esto dicen que no “no hay veto, puesto que
nunca estuvo en el programa” del Instituto.
Entonces… ¿Por qué habláis
de veto?
Yo llamé al director y me dijo lo de “problemas de agenda”,
que lo sentían, “que no encajaba en la programación del centro”…, es entonces
cuando empiezo a preguntar y, fuentes internas, me aclaran las verdaderas
razones. Me dicen que todo viene del embajador Javier Elorza, que al parecer es
el que tiene la última palabra sobre el Cervantes. Las razones es que piensan
que es un tema conflictivo y que puede crear malestar en los italianos, y que
nada de presentación; esto es un veto.
Es curioso, porque lo
recogido en tu libro, me refiero a los asuntos políticos, son cosas ya
conocidas y publicadas en la prensa italiana. ¿Cómo te lo tomas?
Me enfado muchísimo y me parece inaceptable. Pensé en hacer
una bronca y demás, pero lo dejé descansar en las fiestas de Semana Santa, no
quería que se pensara que lo hacía por notoriedad. Pero los colegas me
empezaron a preguntar y yo no sabía nada. Fueron ellos los que hicieron
averiguaciones, como mi amiga Irene Hernández de El Mundo. Llamaron a la embajada y les dijeron eso de “razones
técnicas”, y salió una nota en prensa y se empezó a conocer en España.
Parece que se pasan la
pelota de uno a otro, porque el director del Cervantes te remite a la embajada,
y en la embajada al Cervantes. Los cuatro institutos Cervantes que hay en
Italia, el de Roma, Milán, Nápoles y Palermo dependen
del Ministerio de Exteriores y, el embajador Elorza, cuando tomó posesión de su
cargo en 2012, ya dejó claro en una circular que todos los actos culturales
organizados en los Cervantes deberían contar con su opinión, caso que alguno
pudiera tener alguna repercusión política. Parece que es tu caso. Pero ¿tienes
pensado hacer la presentación en otro lugar?
Ya te digo, yo me planteé esa presentación en el Cervantes
como algo bonito, para los amigos y demás, ahora con todo esto no tengo cuerpo
para plantearme nada. Quizá en la librería española, que no depende del
instituto, pero no tengo ganas de crear polémica. Me ha superado todo un poco y
no sé lo qué haré. No entiendo nada, uno puede pensar que sea por capítulo
sobre Berlusconi, pero sin pensar en nada sofisticado, yo creo que es pura
ignorancia. No sé sí se han leído el libro, pero no sé que es peor, que te
veten sin leer el libro o que lo hagan tras haberlo leído. Yo creo que es más
sencillo, les llegó el libro y al ver de qué iba decidieron no complicarse la
vida, pero con ligereza. Esto ha llevado a dar unas razones de lo más
peregrinas cuando los compañeros llamáis al Cervantes: “Que no entra en el
proyecto cultural del instituto”, o mi preferida, la escusa de que es como si
un escritor francés presentará un libro sobre ETA en la Alliance-Francaise de Madrid… ¡Pues muy bien!, que lo presente,
cuál es el problema. Creo que han querido ser más papistas que el Papa, nunca mejor
dicho.
¿No crees que le van a
dar más repercusión al libro?
El libro ya va muy bien en España. Creo que si se hubiera
hecho la presentación en el Cervantes, no hubiera tenido repercusión, nos
hubiéramos juntados unos amigos y compatriotas y ya está. Ahora con la
polémica, un acto en el que hubiéramos sido cuatro gatos, se la da más
importancia de la que hubiera tenido. Es una mezcla de torpeza e ignorancia, no
hay que buscar ninguna conspiración. Me dijeron que “cualquiera no puede
presentar un libro”, que había que valorar criterios de calidad, de contenido,
de oportunidad… hace poco presentaron un libro sobre el Papa, muy bien, tiene
que ver con Italia, pero la Mafia también. Además, qué italiano se va a
molestar por un libro que no se vende aquí. Si fuera una traducción…, claro que
en ese caso sería peor, porque sería un libro español y estaría justificado que
se presentara en el Cervantes. Creo que han metido la pata y ya está.
Nos ponemos en contacto
con Emilio Sánchez, editor del libro y director de Libros del KO, que nos
comenta:
Como editorial, el veto nos parece una patochada
berlanguiana. La historia tiene casi una vis cómica si no fuera porque este
episodio denota unos preocupantes tics caciquiles de comisario político. Y por
encima de todo nos puede la curiosidad: ¿Se han llegado a leer el libro? ¿Qué
es exactamente lo que les preocupa tanto? ¿De verdad no se les ha ocurrido una
mejor excusa que la comparación con lo del libro de ETA presentado en la
Alianza Francesa de Madrid? ¿Recita Teodoro Obiang poesía en la intimidad?
En la última pregunta del editor se refiere al acto del
instituto Cervantes de Bruselas que, a principios de abril, contó con la
participación del dictador guineano.
Éste redactor se puso en contacto con el agregado de prensa
de la embajada de España en Roma, don Agustín Galán, que por toda respuesta me
remitió a una carta al director que, el director del instituto Cervantes, don
Sergi Rodríguez, envió al diario El Mundo
20 de abril. En la misiva se dice:
“Sr. Director:
En relación con el artículo publicado el pasado viernes por
su diario sobre la pretendida existencia de un veto a un libro sobre la Mafia
escrito por Íñigo Domínguez quiero precisar que a lo largo del año son muchos
los autores que solicitan presentar sus libros en el Instituto Cervantes de
Roma, no pudiendo atender todas las peticiones por cuestiones de agenda y
programación, como el caso que nos ocupa. Corresponde al director de cada
centro aplicar las directrices emanadas por la dirección en Madrid del
Instituto Cervantes, organismo público que forma parte del Ministerio de
Asuntos Exteriores. El libro al que se hace referencia su diario nunca ha
llegado a estar programado, tratándose por tanto de criterios estrictamente
técnicos”.
Generalmente, una nota de rectificación o réplica, se hace
para dar una información distinta o añadir datos u otra opinión de lo
publicado, pero en la carta del Cervantes se repiten los argumentos que ya se
recogen en el artículo y lo dicho por el autor, por ejemplo, en conversación
con éste redactor, a saber: “problemas de agenda” y “criterios técnicos”, claro
que esto lo niegan las fuentes internas que han hablado con Íñigo Domínguez.
Quizá, como también apuntamos en este artículo, la clave esté en los párrafos
de la carta donde se habla de la “directrices emanadas de Madrid” o la
aseveración de que el Instituto “forma parte del Ministerio de Asuntos
Exteriores”.
Publicado originalmente
en la Revista Rambla
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