“Emak-Bakia” (“Déjame sola” en euskera) es un cinepoema del
fotógrafo Man Ray que tiene por protagonista a su amante, la modelo Kiki
Montparnasse (aparece a partir del minuto 3, 50, no desesperen). Emmanuel
Rudnitky (1890-1976), conocido artísticamente como Mar Ray, fue un fotógrafo,
cineasta, escultor y pintor dadaísta norteamericano. En 1921 se trasladó a París, donde trabajó en
la moda y como retratista, a la vez que realizaba su propia producción
artística que, además de las disciplinas citadas, también abarcaron el diseño
gráfico y la tipografía. En 1924 conoció a André Breton y abrazó la causa del
surrealismo siendo considerado el fotógrafo surrealista por excelencia. En 1940
tuvo que huir de París tras la ocupación nazi y se estableció en Hollywood
(California). Una de sus asistentes y discípulas fue la interesante Berenice Abbott,
de la que, incomprensiblemente, aún no he hablado en este bog. En la película está todo el mundo iconográfico de Man Ray,
con sus dobles exposiciones, las solarizaciones
(el endemoniado “efecto Sabattier”, que tantos quebraderos de cabeza me dio en
mi época de estudiante autodidacta de fotografía) y los llamados fotogramas
(Rayogramas, para Man Ray), que no son otra cosa que poner objetos directamente
sobre el papel sensible para, sin la ayuda de una cámara y utilizando la luz de
la ampliadora o una lámpara, impresionar siluetas y sombras. En fin, denle al
vídeo, ponga la pantalla completa, conecten los altavoces y a disfrutar, las
palomitas son opcionales.
© JAVIER CORIA
Entre tanta mortadela que hay en la red, a veces se encuentra un buen jamón de Jabugo como su blog. Veo que el vídeoarte viene de lejos.
ResponderEliminar¡Gracias! Nunca me han dirigido un símil charcutero tan elogioso. Siguiendo con la chacinería, tengo una amiga bloguera que me llama guarín, que es un lechoncito. La Rubia, ante mi elegante y brioso caminar, me dice que tengo un trote cochinero. Un anónimo, cabreado por unas fotos de un mausoleo que hice hace 19 años, me deja comentarios amenazantes (que borro), pero el último era: “A todo cerdo le llega su San Fermín”. Pasando por alto que al pobre de San Martín le han quitado protagonismo en el refrán, me preocupa la inquina porqueril hacia mi persona. Les prometo que la foto de mi perfil me cogió en un día malo, que ahora estoy hecho un figurín, palabra.
ResponderEliminarYa sabe que lo mío es con cariño. Y,sí, La Rubia lo confirma: Muchííííísimo mejor en persona. Lo siento, querido, se lo he dicho muchas veces: quite esa "afotico" que parece un "cochino blanco" (con perdón) y no le hace justicia. ¡Ay, esos rizos!
ResponderEliminarY lo del "trote cochinero", lo mantengo, no se "pué" pasear con usted, acaba una "derrengaíta".
Y disculpe el habla, hoy estoy flamenca... el Sur.
Tiene usted razón, ya sabe, yo lo que diga La Rubia.
ResponderEliminarP.D.: Acabo de escuchar a una insigne escritora, que ha titulado su última novela con una referencia a Verne, para tentarme, porque sabe que yo no la leo, pues digo que en una entrevista en la Cadena SER Radio ha soltado la siguiente perla: “La calle estaba llena de cadáveres muertos”. ¿Alguien conoce la existencia de cadáveres vivos?... Sin palabras me tiene, eso unido sus “laísmos” continuos y lo mal que habla, me pregunto: ¿Se puede escribir bien cuando se habla tan mal?
Claro, querido, el trabajo de los correctores y de los que "negrean" novelas de otros a sueldo de las editoriales, hay que decirlo, hacen un estupendo trabajo, se lo digo por experiencia.
ResponderEliminarMe encanta lo de "negrear", se lo voy a copiar. En Bolivia "negrear" es coquetear con dos o más mujeres a la vez y no estar loco. Sobre el asunto, ahora me dirá que el éxito de ventas "La catedral del mar" fue casi reescrito por completo en la Escuela de Letras del Ateneo de Barcelona y, aún así, les salió un tostón...
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