No
fue en único, muchos conductores estrellas de programas de televisión y de la
radio española se desplazaron a París para dar, es un decir, contada
información de la masacre. Así pudimos ver al conductor del programa “Al Rojo
Vivo”, Antonio García Ferreras (La Sexta), con un gorro de comandos enseñándonos
la sangre en el suelo como en los mejores tiempos del periódico sensacionalista
El Caso. A la sin par Ana Rosa
Quintana (Telecinco), dejando su plató “rosa” para acudir “en pos de la noticia”,
etc. Todos como si por un momento fueran corresponsales de guerra y no unos
estirados empresarios periodistas que hace tiempo que están alejados de la
realidad social de este país. Honrosas opciones las hubo. Y también unas pocas cadenas,
tanto de radio y televisión, que hicieron uso de sus corresponsales en el
lugar, esos corresponsales que la cadena pública como TVE se cargaron casi
en su totalidad. Si tenemos como referencia que la primera cobertura del
atentado en Telecinco, por ejemplo, la hicieron desde el programa inefable de “Sálvame”,
del pagado de sí mismo y que ahora va de “gran escritor”, Jorge Javier Vázquez,
ya nos dice todo. Claro que la culpa no es de ellos, sino de la dirección, Atresmedia,
que siguieron con la programación sin movilizar a sus periodistas de
informativos, que ahora se avergüenzan de su propia empresa. Y entre todos destacó
el locutor de Onda Cero Radio, imagen del tópico del “señorito andaluz”, que en sus
autorretratos con el fondo del dolor de los parisinos por sus víctimas -las de todos-, sólo le faltaba
su característico puro y que se marcara unas verónicas, ya que tanto le gusta
el toreo.
La
verdad es que, después de sucesos tan trágicos, me sobran los cánticos
patrióticos y ese acaramelamiento que lo invade todo, con banderitas francesas
en los perfiles de las redes sociales, etc. Cansa un poco, sobre todo cuando
mueren 3.000 personas en el Mediterráneo y nadie se siente concernido, ni
ningún periodista “estrella” acude al lugar para ensalzar su ego y creerse
mejor persona porque es “solidario”, o por lo menos vender esa imagen, porque al
final resultará que todo es imagen vacía y cuenta de resultados. ¿Quién compra el petróleo del Estado
Islámico, con el que se financian? ¿Quién les vende las armas? ¿Quiénes los
adiestraron mientras les interesó? ¿Quiénes los utilizan cuando les conviene?
En fin, vamos a reírnos un poco con lo que en las redes han colgado sobre el
ínclito Carlos Herrera.
Sobre las fotos:
@carlosherreracr
@espanabizarra
@acidoenlared
@EriKalopategui
@soyhelensan
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