Por:
Javier Coria.
A Emilio Hellín, el asesino de la
estudiante Yolanda González, quisieron colarlo como perito en el juicio a los
presuntos sicarios que mataron al abogado Díaz Moñux en 2008.
HELLÍN Y SU HIJO NO ACTUARÁN COMO
PERITOS
El
abogado Alfonso Díaz Moñux fue asesinado
a tiros el 18 de diciembre de 2008, cuando entraba en el garaje de su
casa de la Colonia de El Viso, en Madrid. Díaz Moñux era conocido por
representar legalmente a miembros de la mafia georgiana, como al famoso Zakhar
Kalashov, y los narcos gallegos. De hecho, el día de su asesinato y sentada
junto a él en el coche, estaba la exnovia del hijo del capo Laureano Oubiña,
Tania Varela, que salvó milagrosamente la vida y, desde entonces, está en
paradero desconocido. El juicio que se está celebrando en el Tribunal del
Jurado (TJ) –con nueve miembros de jurado popular que costó encontrar, por
miedo a las represalias de las mafias- en realidad es el segundo juicio, ya que
el anterior fue uno de los mayores escándalos judiciales que se recuerdan en
España. En aquella vista – enero de 2013- los ocho acusados fueron condenados
entre veinticuatro años y seis meses de cárcel a tres años y nueve meses de
prisión, por el asesinato del citado abogado; pero todos fueron puestos en
libertad provisional por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), en
diciembre de 2014, ya que todos los acusados, en el momento de dictarse sentencia,
habían superado el plazo máximo de la presión provisional establecido
legalmente. El juicio se consideró nulo y se ordenó repetir, por un cúmulo de
irregularidades y quebramientos de garantías procesales del que fue
responsabilizado el magistrado presidente del tribunal, el juez Eduardo Cruz
Torres, al que se le abrió un expediente disciplinario y hoy se encuentra de
baja. Durante la libertad provisional, el autor material y principal acusado
del asesinato alevoso, Miguel Ángel Durán Abad, huyó y no se lo podrá
interrogar en el juicio que se está celebrando estos días. Curioso, ¿no?
Es en
este juicio donde el abogado de los acusados, los hermanos Fernando y Javier
González Hernáiz, solicitó que se admitiera una prueba pericial del posicionamiento
de unos teléfonos móvil que podían exculpar a sus defendidos. A pesar que el
ministerio fiscal calificó esta prueba como redundante, ya que existía otra
pericia igual ya presentada por la defensa para exculpar al padre de los
citados acusados, Francisco González Álvarez, el magistrado presidente del TJ
estaba dispuesto a admitir el informe y hacer declarar a los peritos firmantes
del mismo, aunque después, ante los reparos del fiscal y, sobre todo, de los
abogados de la acusación particular, decidió no admitir el peritaje.
Fotos de la ficha policial de Emilio Hellín
El
informe estaba firmado por Luis Enrique Hellín y por su hijo, Jesús Hellín
Asensio. El abogado Jaime Sanz de Bremond, que representa del hermano de la
víctima, alegó que la defensa había tenido tiempo suficiente para presentar
esta pericia, en cinco momentos procesales anteriores, pero además recordó que
el primer firmante del informe, Luis Enrique Hellín, es en realidad Emilio –se
cambio el nombre- Hellín Moro, condenado –en 1982- por el secuestro y asesinato
de la joven estudiante antifascista Yolanda González, de 19 años de edad, asesinada
el 1 de febrero de 1980. Emilio Hellín, acusado también de depósito de armas,
falsificación de documentos de identidad y pertenecía a banda armada, era
miembro del partido de extrema derecha Fuerza Nueva y del Batallón Vasco
Español. Precisamente un comando del fascista “Batallón” –banda parapolicial-,
compuesto por Hellín y otros cuatro secuaces, asesinaron a la joven. En fin,
está visto que los antiguos contactos con los aparatos armados del Estado le
siguen dando trabajo a Emilio Hellín y a su empresa “Net Computer Forensics
S.L.” (pericias.es o cienciasforenses.com). Claro que en esta empresa, que
dirige Emilio Hellín desde 1998, no aparece su nombre, sino el de su hermano,
Juan José Hellín Moro, cuyo texto de presentación dice: “Miembro de la Guardia
Civil y Militar de Carrera en la reserva”.
LOS PROBLEMAS JUDICIALES DEL HIJO DE
HELLÍN
Jesús
Hellín Asensio, como su padre, también tuvo y tiene problemas con la justicia.
El abogado Sanz de Bremond reveló que el otro firmante del informe, el hijo de
Hellín, había sido condenado el 10 de octubre de 2011 por la Sección Sexta de
la Audiencia Provincial de Madrid a dos años y un día de prisión, como autor de
abusos sexuales a una menor. Claro que todo este pasado criminal quizá no
convenció al juez, sino el hecho que contaría el otro abogado de la segunda
acusación particular. El letrado Manuel Alonso dijo que de aceptar el informe
pericial y la declaración de sus firmantes, se vería en la obligación de
recusarlos por “enemistad manifiesta de ambos peritos”, ya que él forma parte
de la acusación particular que pide pena de cárcel para Jesús Hellín Asensio,
en un proceso penal por impago de pensiones.
EL ASESINATO DE YOLANDA
En el
tardofranquismo, las bandas parapoliciales como a la que pertenecía Hellín
campaban a sus anchas dando palizas y asesinando a opositores políticos o
protagonizando atentados de falsa bandera según las necesidades políticas del
momento. La Triple A, Batallón Vasco Español, Guerrilleros de Cristo Rey,
Comandos Antimarxistas o los Grupos Armados Españoles (GAE), etc. En fin, que
como algún antiguo militar declaró a la prensa en aquellos años, eran siglas y
“nombres que iban saliendo según se necesitaban”, a merced de los intereses de
los servicios de inteligencia, como el Servicio Central de Documentación
(SECED) y otros servicios que, o se encuadraban directamente en estos grupos, o
manipulaban a los militantes de extrema derecha para que actuaran en operativos
cuyos últimos motivos o intereses políticos no llegaban a alcanzar. En 1980,
pero un mes antes que mataron a Yolanda, la joven de diecinueve años Ana Teresa
Barrueta Álvarez fue violada y asesinada. Primero la acuchillaron y luego la
estrangularon con el cinturón de su abrigo. Nunca se esclareció el crimen de
esta profesora que enseñaba euskera a niños. La abogada Ana Ereño se interesó
por el caso y un día, al llegar a su piso, lo encontró destrozado y con una
pintada que rezaba: “Marxista. Cerda. Te vamos a violar”. Iba firmada con las
siglas FN, Fuerza Nueva. Atribuido al GAE fue el asesinato del miembro de
Gestoras Pro-Amnistía Carlos Saldise Corta, el 15 de enero de 1980. También
llevaba la firma del GAE el atentado con bomba en el bar Aldama de un barrio de
Barakaldo, el 20 de enero y que segó cuatro vidas. Y así llegamos al fatídico
1de febrero de 1980.
Yolanda
González Martín era una dirigente estudiantil madrileña de origen vasco y que
militaba en el trotskista Partido Socialista de los Trabajadores (PST). La
joven fue secuestrada por un comando del Batallón Vasco Español. A Yolanda le
enseñaron unas placas de policías falsas, le interrogaron y la torturando
mientras registraban su piso. Por miedo a que llegaran otros jóvenes que
compartían el piso con Yolanda, la metieron en un automóvil donde la siguieron
maltratando. Llegaron a un descampado y allí, Emilio Hellín Moro le descerrajó
dos tiros en la cabeza con balas del calibre 9 milímetros Parabellum. Aún con
vida, el tiro de gracia se lo dio Ignacio Abad Velásquez, compañero de
militancia de Emilio Hellín, en Fuerza de Nueva (FN). Fueron colaboradores
necesarios y condenados por ello: Félix Pérez Ajero; David Martínez Loza, que
entonces era Jefe Nacional de Seguridad de FN, y Juan Carlos Rodas, agente de
la Policía Nacional.
Emilio
Hellín fue condenado a 43 años de cárcel, pero sólo cumplió 14, además de
protagonizar una famosa huída al Paraguay tras un permiso carcelario al que se
opusieron el fiscal y las autoridades penitenciarias, claro que algunos jueces
eran muy “benevolentes” cuando de presos de extrema derecha franquista se
trataba. Hellín en la cárcel siempre fanfarroneaba que sus “amigos” de la
inteligencia militar le ayudarían y que tenía contactos en la Brigada Operativa
de la Policía, además de que su hermano era Guardia Civil. Lo que está claro
que llegó a Paraguay con buenas cartas de recomendación, ya que fue protegido y
trabajó para la dictadura militar de Alfredo Stroessner.
ASESOR Y FORMADOR DE POLICÍAS Y
GUARDIACIVILES
El
diario El País en un reportaje
titulado “La vida oculta del asesino de Yolanda” -24 de febrero de 2013- sacó a
la luz que el antiguo asesino y terrorista, como si fuera una macabra broma,
trabajaba para la Guardia Civil y la policía en temas de terrorismo y crimen
organizado. ¿Se imaginan a este tipo investigando, por ejemplo al GAL de la
época de Felipe González, cuando Hellín formó parte de un grupo similar de
terrorismo de Estado? ¿O investigando, como así lo hizo, en el caso de José
Bretón con la muerte de dos chiquillos por medio cuando él segó la vida de una
joven? Claro que lo más incomprensible es que muchos de sus trabajos y encargos
se estaban pagando con dinero público, porque Emilio Hellín, según se vio
forzado a declarar el Ministerio del Interior al salir esta información, fue
contratado por dicho ministerio para dar cursos especializados a agentes de la
Policía Nacional, la Guardia Civil y a militares, durante los años 2006, 2008,
2010 y 2011, que nos hayan contado. También se supo que a estos cursos llegaron
a acudir miembros de la policía autonómica vasca (Ertzaintza) y de la policía
autonómica catalana (Mossos d’Esquadra). Además Emilio Hellín era profesor de
la Escuela de Policía de la Comunidad de Madrid, de la que se nos dijo que se
dio de baja voluntaria.
En el centro, Asier González, en su visita a Barcelona
En
junio de 2013, uno de los hermanos de Yolanda, Asier González, vino a Barcelona
formando parte de una comisión que se reunió con Ramón Espadaler, en aquel
entonces Consejero de Interior de la Generalitat de Catalunya. En aquel día
Asier González nos dijo a los periodistas que él y su familia creen que toda
persona que haya cumplido pena de cárcel tiene derecho a volver a reinsertase
en la sociedad, pero Hellín nunca cumplió su pena, y tuvo trato de favor,
además nunca ha expresado su arrepentimiento. Los familiares se preguntan
cuáles son los protocolos de seguridad de las administraciones para contratar a
un criminal para que asesore a servicios de criminalística. “Si no es ilegal -
dijo Asier- si nos parece a los demócratas que es inmoral”. Trato de favor…
¿qué pensarán las víctimas de la represión del franquismo y del postfranquismo
que han tenido que acudir a la justicia argentina para que por lo menos se les
escuche?
Publicado
en el diario Público
Artículos
relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario