Por:
Javier Coria.
Jordi Évole, David Fernández (CUP) y
el periodista Quique Peinado presentaron el libro de éste último: “¡A las
armas! Hooligans ilustrados”, en la librería Taifa de Barcelona.
Unas
horas antes que el balón echara a rodar en el Camp Nou enfrentando al FC Barcelona
con el Rayo Vallecano (5 a 2, ganó el Barça, lo siento Quique y David), el
periodista Quique Peinado presentó
su particular homenaje al “Rayito” en el libro “¡A las armas! Hooligans ilustrados”, que ha editado Los Libros del K.O. Para la ocasión le
acompañaron dos delanteros de excepción, el periodista y director del programa “Salvados”, Jordi Évole y el embajador
oficioso del Rayo en Catalunya, el periodista y político David Fernández de las CUP.
Quique Peinado (Vallecas, 1979) lleva años huyendo
del periodismo infructuosamente. A pesar de que le paran por la calle porque es "el que se sentaba al lado de
Cristina Pedroche" en el programa de televisión de La Sexta, “Zapeando”, Peinado sigue escribiendo en más medios de los que
debería y publicando libros de escaso tirón comercial. Tras Futbolistas de Izquierdas llega
éste, que muestra con gracia la desgracia de quien no puede dejar de escribir.
“Vallecas es de izquierdas por muchas
razones. Por ejemplo, porque el Puente de Vallecas sigue siendo el único
distrito de Madrid en el que nunca ha ganado el PP. Por eso, y porque una vez
los Bukaneros, tras registrar la policía su sede, sacaron una pancarta mentando
al marido de Cristina Cifuentes, podríamos decir que no somos el barrio ni el
equipo favorito de las gentes del extremo centro. Creo que la señora Cifuentes
alguna noche se ha soñado vestida de Juana de Arco, mechas al viento,
comandando una tropa de gaviotas y muchachos con flequillazo que avanzaba manu militari por la Avenida de la
Albufera dispuesta a ilegalizar el Rayo”. Escribe Peinado
en su libro.
Comenzó
la presentación Jordi Évole remarcando, entre otras cosas, los paralelismos
entre algunos datos biográficos de Peinado y el propio Évole, en concreto dijo:
“No sabía de qué iba el libro, cuando me
llamó Quique para que participara en la presentación no tenía ni idea de qué se
trataba. Hasta ayer que lo recibí en la redacción… y claro, yo un tocho así no
me lo podía acabar –ironizó Évole, el libro tiene 110 páginas- (…) Me he encontrado, en lo que he leído
del libro, un montón de paralelismos con mi vida. Aparte de que nos
parezcamos físicamente, de hecho mucha gente me confunde por la calle con
Quique Peinado o Juanra Bonet –a Peinado también lo confunden con Enrique Domingo Pérez Vergara, más
conocido como “Flipy”- , ese es mi
destino, y que trabajemos los dos en una cadena comercial de un grupo
mediático, multimedia y multinacional…, hay otras cosas en que nos parecemos,
por ejemplo: en el libro dices que a tu madre la llamaban Núria, pero no se
llamaba Núria. Eso me pasaba a mí con una tía mía, que la llamábamos Trini,
pero se llamaba Filomena, y nunca entendí muy bien por qué, se ve que cuando le
fueron a poner el nombre se dieron cuenta de que no les gustaba a nadie de la
familia. También comparto tu devoción por las tiendas que llevan el nombre de
“Confecciones”, en el caso de tu familia era “Confecciones Núria”…, no sé, lo
de “confecciones” tiene para mí algo glamuroso. Yo que soy del barrio de
Gavarra, en Cornellà de Llobregat, siempre quise abrir una tienda de modas que
se llamara “Dolce & Gavarra”, pero al final la vida me llevó por otros
derroteros”.
Confiesa
Quique Peinado que a pesar de no
conocer a su abuelo, y muy poco a su padre, las ideas de izquierdas le vienen
de serie. Continúa Évole: “Cuentas que
tu abuelo evitó la quema de un colegio de monjas. Mi abuelo en 1936, siendo
alcalde en un pueblecito de Extremadura, también evitó que se quemase un
convento desde su cargo municipal”. No lo citó Jordi Évole, pero es de
justicia citar el nombre: Pedro Évole Macías fue el último alcalde socialista
de Garrovillas (Cáceres), durante la Segunda República. Fue alcalde desde julio
de 1932, hasta enero de 1934. Y teniente de alcalde hasta 1936. Miembro de la
UGT, presidió la Casa del Pueblo de la localidad. Tras el golpe de estado fue
detenido en agosto de 1936, y salió libre en noviembre de 1937 al ser archivada
su causa. Siguió rememorando Évole las coincidencias entre un barrio como
Vallecas y el barrio donde se crió él, en la época de los ochenta, con las
luchas obreras y vecinales, pero también con la llegada -¿coincidencia?- de las
drogas duras como la heroína, que tantas vidas arruinó. Siguiendo con el tono
humorístico de “El Follonero”…”Dices,
Quique, que en tu barrio había un quinqui al que llamaban “El Garci”, y en mi
vida también se cruzó Garci (risas del público que abarrotaba la sala), de otra manera, dentro del falso
documental que hicimos sobre el 23 F, cuando creíamos que sería bueno que en
este país los golpes de Estado los dieran los directores de cine”.
Jordi
Évole le preguntó a Quique Peinado:
¿Cuánto tiempo llevas en Barcelona?
Una
media hora.
Bueno, en treinta minutos, seguro que
te has encontrado con cuatro personas que te han hablado del “procés” (más risas), es lo mínimo…
He contado
-dijo Quique- unas seiscientas banderas en balcones viniendo para aquí.
Sí, sí, de eso tenemos mucho, los
chinos se están forrando con nosotros. Y siguió Évole: “Me
gusta mucho la expresión, que creo que viene de nacionalista, de
“barrionalista”, por fin me siento identificado con un “ista”, porque
nacionalista, no, unionista, tampoco, separatista, no…
Pero
Eduardo Inda dice que sí –asevera Quique-, que eres nacionalista…
Sí, Inda dice que soy…, bueno, si lo
dice Inda debe ser verdad, porque todo lo que publica Inda es verdad. Terminó Évole su intervención
dejando una pregunta sobre la mesa: “¿Creéis
qué los Bukaneros del Rayo apoyarían la investidura de Artur Más?, y ahí lo
dejo”.
David
Fernández, como aludido contestó: “Pues
no, dirían que no, es bastante obvio, esa me la sé”. El exdiputado de las
CUP aprovechó para comenzar su intervención: “En un barrio como Gràcia, también funciona lo de “barrionalista”, por
su vida e historia comunitaria y contestataria, y su historia de desobediencia,
como lo fue la revuelta contra las quintas -1870-, las huelgas del textil, etc. Soy del Rayo, y no tengo que
justificarme. Recuerdo que en el Parlament
cuando un diputado de Convergència se enteró me dijo: ¿Del Rayo?, y le dije:
¿jode, eh? Para mí ser del Rayo es una opción de clase, una opción de rebeldía
y una opción desde abajo. Al final el fútbol está ahí, y si hay que escoger…,
sobre todo cuando hay lógicas de poder, de los grandes que todo lo pueden, que
todo lo compran y lo venden, y de los pequeños que siempre resisten, a pesar de
todos los pesares, pues la del Rayo fue la opción más digna y más vinculada
conmigo, porque al final uno es del Rayo por el barrio y por la personas que
conoce y que quiere. Algunas de ellas estarán por aquí, porque habrán venido a
ver el partido del Rayo contra ese equipo que efectivamente es más que un club,
es una multinacional que se llama Fútbol Club Barcelona, que tiene el cinismo
criminal de la política internacional en su camiseta. Por delante lleva Qatar,
que son los que financian la guerra en Oriente Medio, y por detrás Unicef, que
es quien se encarga de las víctimas”.
David
Fernández recordó que también en este mes de octubre conmemoramos al escritor,
y culé de pro, Manuel Vázquez Montalbán, que falleció en 2003: “Ya que estamos en una librería, es de
rigor recordar a Manolo, que cuando el Barça tenía aquel valor de antaño, lo
calificó como “el ejército desarmado de Catalunya”. Hoy también es el día
Internacional por la Erradicación de la Pobreza. En un país que tiene 1,6
millones de personas en la pobreza, con un 24 % de la sociedad a las puertas de
diferentes fisonomías de la exclusión social, cabe recordarlo. Como es sabido
la crisis va por barrios, y Vallecas lo sufre con más crudeza, como cualquier
barrio obrero. Llevo una semana vallecana, porque acabo de llegar de allí.
Cuando volvíamos pasamos por Entrevías, con su parroquia de San Carlos
Borromeo, otra lógica de la iglesia de abajo y la iglesia de los de arriba, ese
foco de resistencia del “rouquismo” –por el cardenal Rouco Varela-, pues vimos en esa parroquia que quiso
cerrar la Confederación Episcopal, una pancarta que ponía “Alfon libertad”, por
el joven preso víctima de lo que toda apunta que fue un montaje policial para
castigar a los que se movilizan. Abajo había otro mensaje que decía: “Cerremos
los CIES” –Centros de Internamiento de Extranjeros-. Y eso es, para mí el Rayo es el barrio, como decía un periodista que
está por aquí, el Rayo tiene la virtud de parecerse a su gente, y de parecerse
a su barrio. Y caerse ocho veces y levantarse, nuevo o diez veces más. El Rayo
también es el equipo que, independientemente de la opinión de cada uno de sus
componentes, por respeto al barrio, secundó una huelga general y no entrenó ese
día. Los Bukaneros por supuesto, aunque el “rayismo” es mucho más que eso, es
el abuelo de 90 años que comparte su abono con los que no pueden pagarlo. El
Rayo también salió en los medios por ayudar a Carmen, la anciana que
desahuciaron de su vivienda. Y la dignidad de los Bukaneros, con esas pancartas
que siempre nos esbozan la sonrisa, como aquella de: “Más vale parroquias para
pobres que catedrales para fascistas. San Carlos Borromeo resiste”. Claro que
tengo que admitir que es un absurdo que veintidós personas se peleen por meter
la pelota entre tres palos, que no bajo palio, que no es lo mismo, que eso
sería otra cosa pero también pasaba. Pero cuando uno sabe como funciona la
FIFA, y Blatter, con esa suspensión de noventa días, que se parece a lo que
está pasando con Rodrigo Rato, una regañina por portarse mal. Lo que es el
fútbol negocio, espectáculo…, hoy es un buen día para recordar que “La roja”
entera es evasora fiscal. La prima de los jugadores durante el mundial de
Sudáfrica, decidieron tributarla allí, a un 21 %, y no en el Estado español,
donde tenían que pagar el 43 %”.
Y
entonces David Fernández soltó la “bomba”, en un país donde antaño la Santísima Trinidad Convergente era: Dios,
el Barça y Pujol, se le ocurrió mentar al mesías, a Messi: “En este contexto también cabe recordar los
53 millones de euros que parece que defraudó Messi o su entorno”. Jordi
Évole se santiguó, y en la sala se escuchó un murmullo que se podía traducir en
un… “¡Uy! lo que ha dicho”. Pero
Fernández lo “mejoró”, diciendo: “Claro,
que estamos en un país donde la virgen es negra, el gorila blanco y el héroe
nacional un defraudador fiscal. Yo soy un recién llegado a la afición al fútbol
y al Rayo, y lo que aprendí entre otras cosas, es que pese a las
contradicciones, todos necesitamos un punto de alienación, desconectar de los
agobios cotidianos y “santificar las fiestas y los cuerpos”, lo digo como ateo.
Esa palabra que a veces nos puede sonar tan mal, como la tradición, no es más
que la memoria entre los vivos y los muertos, ese espacio compartido. Y ahí
entran esas partes necrosadas de la condición humana que ningún poder va a
poder tumbar. Esa lógica de la celebración compartida es lo que es para mí
Vallecas. De alguna forma es mi patria chica, porque la grande todavía no sé
cuál es, ya lo veremos, pero sobre todo no sé de quién es. Pero Vallecas es de
su gente, y a eso es a lo que aspiramos, y no a que el país pertenezca a cuatro
que se erigen en los propietarios del destino colectivo. En fin, que cuando
llego a Vallecas y veo esa torre de bomberos con la proclama zapatista de “si
el pueblo no tiene justicia, que el gobierno no tenga paz”, pues yo también proclamo
mi zapatismo futbolístico siendo del Rayo”.
Poco
le quedaba por añadir al autor, pero nos dijo de David Fernández, que estuvo
hace poco en el Ateneo de Vallecas: “David
en Vallecas es como Justin Bieber, la gente abarrota los aforos donde acude, enloquecidos…,
si algún día somos república independiente nos presidirá y no pasará nada.
Dejamos a Antonio Baños a hacer sus “mierdas” en Catalunya y tú a Vallecas”.
Sobre
el libro nos dijo: “Yo no suelo pensar
en mi mismo, porque me parece una gilipollez, pero como el tema y el formato
del libro yo no lo he elegido, porque es una colección donde tienes que contar
en primera persona tu visión como hincha de un equipo, pues cuando me puse a
ello, me di cuenta de la influencia que el barrio había tenido en mí, una cosa
en la que nunca había reflexionado. Cuando conoces a gente de barrio, sea en
Vallecas, Gràcia, donde sea, hay una especie de patria común, que es la vida de
barrio, del extrarradio que nos llaman. Cuando Jordi Évole escogió un bar de
barrio para hacer su programa con Pablo Iglesias y Albert Rivera, y no uno de
esos bares modernos que tenéis aquí, donde la gente habla en inglés entre
ellos, siendo de aquí…, en fin, que esos bares son los nuestros, y mi patria es
mi barrio, pero también son mi patria vuestros barrios. El sacar a David en el
libro es porque tiene una idea muy parecida a la mía sobre el Rayo, además
sacar a una persona que es muy significativa del independentismo catalán y que
sea de un equipo, que al fin y al cabo, estamos en Madrid, pues me pareció
interesante. Al final el fútbol es la excusa para hablar de mi familia, de mi
afición por el boxeo, que también está muy arraigado en Vallecas, sin que a
nadie de mi entorno le guste. Eso son cosas en las que me ha influido el barrio.
Yo ahora estoy en otro barrio parecido, Tetuán, y cuando voy a ver a mi madre a
Vallecas, pues tengo el sentimiento de un expatriado, es una tontería, porque
estoy a media hora de metro, pero escribiendo el libro, y también porque acabo
de ser papá, me he dado cuenta de todos estos sentimientos”.
Quique
aclaró una cosa, para que tampoco caigamos en el equívoco: “Bueno, tampoco os creáis por el relato de
David que Vallecas es como Hernani, no tenemos los retratos de los “mártires
caídos por el vallecanismo” en el frontón, no es así, pero sí que es un sitio
muy peculiar. Hace poco salía en la prensa un informe de… ¿Fomento?, bueno que
además de todo el lío del concurso de la TTD, pues ponía que había que acabar
con la teles comunitarias y la Tele-K –la radio local de Vallecas, que
emite desde 1992 y tiene un fuerte contenido político y social-, una tele pequeña, que no es un peligro
para nadie, pero quieren matar el peligro desde la puta raíz. Una de las
televisiones locales más antiguas y de la que estamos orgullosos y querían
masacrarla. Pues ahora, y esto me parece bonito, el director de Tele-K es el
Concejal Presidente de Vallecas. Por cierto, ahora venía leyendo y no es broma,
que en Madrid quieren hacer un curso de la Formación Profesional (FP) de
tauromaquia. La teoría la comprendo, pero ¿para las prácticas?… van a soltar a
un toro en las clases. Ahí sí que se verá que es el valor, cincuenta tíos
sentados en el aula y un toro suelto”.
Pregunta
Jordi Évole: ¿Eso es herencia del
ministro Wert? Y contesta Peinado: “No,
es que la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes está en un limbo muy
loco. Le copia cosas a la alcaldesa Carmena, que luego ella hace quince días
después, y claro, para compensar… a lo loco, “vamos a hacer un FP de
tauromaquia. Eso está muy bien, porque esa gente no emigrará, la fuga de
“cerebros” ya no la tienes”. Bueno,
lo que decía, que al final me siento más en mi patria en Gràcia, por ejemplo,
que en la calle Serrano, aunque sea de mi ciudad”.
El
libro tiene una parte muy futbolera, como es lógico, pero Quique Peinado lo ha
ligado con su recién estrenada paternidad: “Cuando
tienes un hijo te vuelves más imbécil de lo que eras, y tienes que estar todo
el día frenando tu imbecilidad para que la gente no se de cuenta de que te has
vuelto más imbécil. Entonces todo eso que representa el Rayo, que al final es
algo más que un equipo de fútbol, porque para mí significa todo eso que cuento
en el libro, pues a veces sale espontáneamente. El otro día tomé a mi hijo en
brazos y, para dormirlo, me salió cantarle el himno del Rayo. Y claro, mi mujer
es del Atlético de Madrid, y me dijo: “Si el niño fuera del Atlético de Madrid
tampoco pasaría nada”. Y mi reacción “violenta”, que me avergüenza como ser humano
fue decir… ¡los cojones! Bueno, es difícil que sea del Rayo, porque no sé si lo
sabéis, pero en Madrid hay otros equipos. Al final son niños, en una ciudad
grande, ya no va a vivir en Vallecas…, para mí sería un disgusto que no fuera
del Rayo, pero si no es del Rayo, que le pague el fútbol su madre, porque yo no
pienso pagarle nada”.
Y ahí
nos quedamos, esperando que el hijo de Quique Peinado tenga la edad suficiente
para poder decidir de qué equipo es. Claro que los padres no contemplan, por lo
que se ve, que quizá al niño no le guste el fútbol, y sí los toros, y lo
tengamos en las primeras promociones de esa FP taurina de la señora Cifuentes.
Al final, se agradecen estos momentos de humor e ironía. Y sí, al final el Rayo
perdió en el Camp Nou, pero batiéndose como nunca. Incluso dominando, a pesar
del abultado resultado, la segunda parte del encuentro, claro que el portero
Claudio Bravo y el mágico Neymar sentenciaron el encuentro. Otra vez será.
Publicado en la revista Rambla.
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