“NI SED, NI FRÍO, NI OSCURIDAD”
Alianza contra la Pobreza Energética
Por Javier Coria. Fotos: Francesc Sans
El govern de la Generalitat de Catalunya anuncia
que no habrá más dinero para combatir la pobreza y que no destinará un euro de
más a gastos sociales de los que ya están presupuestados. Por su parte, el
portavoz de dicho gobierno, Francesc Homs (CiU), repitió lo que viene siendo un
mantra, cínicamente intolerable en la situación que vivimos: “No hay que fomentar la cultura del
subsidio”. Y el propio president, Artur Mas, en el debate sobre la pobreza en el Parlament habla de una pobreza
estructural que el gobierno central, el español, no ayuda a erradicar y que,
una futura “Catalunya independiente”, podría acometer. Es una forma de tirar
balones fuera ya que, ni uno ni otro ejecutivo, tienen la voluntad política de
cambiar el sistema actual y aprobar medidas como la moratoria de los desahucios
y del pago de los suministros básicos de aquellas familias que no pueden pagar
las facturas. La realidad en que en el debate sobre la pobreza, los pobres
estuvieron ausentes, así como las organizaciones sociales que están en el día a
día de esta lucha.
Los derechos
básicos recogidos en la Constitución y el Estatut d’Autonomia de Catalunya,
como son a una vivienda digna y garantizar el acceso universal y sostenible a
bienes comunes como el agua, la electricidad y el gas, están siendo vulnerados
por la mercantilización de los suministros y la dejación los poderes públicos,
que ponen en manos privadas estos servicios que se rigen por la leyes del
mercado y la libre competencia, aunque esto último es aparente, porque las
empresas distribuidoras actúan en régimen de oligopolio. De hecho, la banca y
el sector energético están en manos de unos pocos que controlan el mercado y,
en época de grandes crisis como la que estamos viendo, es cuando hacen más
negocio. Según portavoces de la Alianza: “Mientras
Endesa, la distribuidora de electricidad, prácticamente monopolista de
electricidad en Catalunya, obtuvo 2.771 millones de euros de beneficio en 2012,
Gas Natural Fenosa, la distribuidora monopolista de gas en Catalunya, obtuvo
1.657 millones de beneficio en 2012 y Agbar, la distribuidora casi monopolista
del agua en Catalunya, obtuvo 432,9 millones de beneficio en 2011. Beneficios
conseguidos a costa de subir los recibos de la electricidad un 63% desde 2008 y
el agua un 65%, precisamente cuanto más cruel está la crisis para las familias”. La reforma laboral, el escandaloso
aumento del precio de los billetes del transporte público, la troika de la
Unión Europea con su política de recortes, el paro, las bajadas de salarios y
el bloqueo de las ayudas sociales como la de la Ley de Dependencia, etc., son
algunas de las causas de la creciente tasa de pobreza. En España hay 7 millones
de personas que padecen pobreza energética. En Catalunya son más de 2 millones
de familias que están en el límite de la pobreza y de la exclusión social,
entre ellas 300 mil son niños. Con todos los miembros en paro, se encuentran
225 mil familias y, 95 mil, no tienen ningún ingreso. Estos son las cifras de
la vergüenza.
DENUNCIAN EL CORTE DE SUMINISTROS
Las
familias sin recursos y más vulnerables denuncian el corte de suministros
durante el invierno. El Decreto Ley sobre el Código de Consumo que aprobó la
Generalitat el diciembre pasado –y que finaliza el 31 de marzo-, sólo aplazó la
deuda energética de 50 familias catalanas, porque: “la definición de familias vulnerables que hace el decreto excluye a la
mayoría de afectados por la pobreza, y el proceso de acreditación es altamente
confuso e inoperativo”, nos dicen miembros de la plataforma. Claro que otro
de los problemas que tenía la ley era que lo que no se pagaba en invierno había
que hacerlo en verano, o lo que es lo mismo, que las familias pobres que no
podían pagar las facturas de gas, agua o electricidad en invierno, la
administración creía, erróneamente, en la capacidad de los afectados para pagar
el doble en abril. Para corregir en parte esta ley, el ejecutivo catalán acaba
de aprobar ampliar la tregua energética
durante todos los meses del año, pero se mantiene lo que critican las
entidades sociales, que no se condonan las deudas, sino que se acumulan y tarde
o temprano tendrán que pagarse. Por otra parte, el gobierno de CiU y ERC
prometen estudiar ayudas para las familias con ingresos inferiores a 850 €
mensuales, así como una vieja reivindicación ciudadana, la renta mínima garantizada. Claro que el ministro Cristóbal
Montoro ya amenaza con posibles recursos de inconstitucionalidad.
MONTORO CREE INCONSTITUCIONAL LA TREGUA ENERGÉTICA
De un
tiempo a esta parte, el politizado Tribunal Constitucional está siendo
utilizado por el gobierno del PP como una segunda cámara legislativa,
demostrando que el principio democrático de la separación de poderes es una
entelequia en España. En una carta del Ministerio de Hacienda que preside el
señor Montoro se advierte al gobierno de la Generalitat que: “Se avenga a negociar con el gobierno
español para evitar recurso de inconstitucionalidad”, en la misiva también
se dice: “Que el decreto de pobreza
energética vulnera la regulación estatal en el sector eléctrico y de
hidrocarburos”. Montoro dice que es competencia de Estado el tomar
decisiones cuando hay un incumplimiento de contrato, o lo que es lo mismo,
cuando no se pagan las facturas. Además advierte que retrasar el pago de
facturas repercutiría en los ingresos de las compañías, lo que podría encarecer
las facturas de los consumidores del resto del Estado. Parece irreal que tratar
de combatir la pobreza se convierta en una pelea política por las competencias
entre el Estado y una Autonomía, pero así están las cosas.
LAS CARAS DE LA POBREZA ENERGÉTICA
En muchas
casas se está plateando una cuestión: “Comemos
o pagamos los recibos y la hipoteca”. María y Fran es una joven pareja del
barrio barcelonés de Sant Adrià del Besós que tienen tres hijos de 5, 9 y 10
años: “Desde octubre no podemos hacer
frente al pago de las facturas –nos cuenta María- de los suministros básicos de agua, luz y gas. Los ingresos globales
en nuestro hogar son de 427 € y hemos escogido comer a pagar los recibos.
Estamos a punto de que nos corten los suministros. Nos encontramos negociando
el fraccionamiento de la deuda del gas con la Asistente social del
Ayuntamiento, pero cómo vamos a poder pagarla en esta situación si se nos va
acumulando”. Fran nos dice: “Yo
tenía una pequeña empresa de construcción en la que invertí todo mi patrimonio,
y que perdí con la crisis. Somos de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca,
ya que nos quieren desahuciar de nuestra vivienda. Yo era autónomo, por lo que
apenas cobro nada, además ahora tengo una incapacidad que me afecta a las
caderas, pasé un año en una silla de ruedas y ahora me estoy recuperando.
Cuando creía que podía salir del agujero, nos hunden con estas deudas. Los
servicios sociales hacen lo que pueden, pero no les dotan de recursos”.
Rafael es
un parado de L’Ametlla del Vallès, población cercana a Barcelona: “Soy parado desde el mes de febrero del año
pasado. Estoy esperando que el Tribunal de lo Social dicte sentencia para ver
si tengo derecho o no a cobrar la indemnización del despido. En mi casa vivimos
con los 500 € que gana mi mujer y los 600 que tengo del subsidio de paro. Nos
cortaron la luz en el mes de febrero por una factura del mes de abril. Vinieron
sin avisar y se llevaron el contador y quitaron la electricidad del poste. Soy
diabético, además tengo que dormir con un aparato eléctrico porque sufro apneas
del sueño. No preguntaron si había algún enfermo en la casa. Como la compañía
lo primero que hace es darte de baja, volvimos a hacer todos los papeles para
darnos de alta. Cuando estaba todo entregado y vinieron a hacer el enganche,
nos dijeron que no podían hacerlo porque la instalación no reunía las
condiciones que marcaban, no industria, sino Endesa. Con la historia de los
nuevos contadores, por cierto se llevaron el antiguo que era de mi propiedad,
te obligan a pagar unos 1.000 € por la instalación de los contadores
electrónicos. Pagué la factura antigua de abril, 96 € de los boletines, y la
instalación nueva”. Pero para que vean lo kafkiano de la situación, ahí no
acabó la cosa: “Cuando ya lo teníamos
todo, resulta que se había pasado el plazo y la compañía nos exigía volver a
presentar una nueva documentación, cosa a lo que nos negamos. Fuimos a la
compañía y dijimos que no nos iríamos de allí hasta que tuviéramos el contador
puesto, en cuatro horas lo pusieron. Nos agravan la situación de pobreza
obligándonos a realizar instalaciones y gestiones que no podemos afrontar, y
esto le puede pasar a cualquier ciudadano, le pueden obligar a cambiar la
instalación de su casa, por una normativa interna de ellos”.
Lo dicho,
María, Fran, Rafael no fueron oídos en el Parlament, cosa que quieren evitar
las organizaciones que los representan cada día, como las que forman la Alianza
contra la Pobreza Energética, que son un total de 11 entidades, entre ellas la
Confederación de Asociaciones de Vecinos de Catalunya, los iaioflautas, la
Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Plataforma Agua es Vida, las Asambleas
de Parados o la unión de consumidores de Catalunya.
Publicado originalmente en la Revista Rambla
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