En estos tiempos en España, donde fiscales hacen de defensores, cuando no cometen el delito de obstrucción a la justicia, al tratarse de políticos corruptos o infantas, con mafias policiales y de corrupción política trasversal y del propio sistema..., no hay nada mejor que recomendar una lectura. Por ello recupero esta entrevista que le hice al amigo Íñigo Domínguez en marzo de 2014. Que la disfruten.
“Dell’Utri ha sido el mediador entre Berlusconi y La Mafia”
Por Javier Coria. Fotos: Francesc Sans
En
verano, los periódicos combaten la sequía informativa intentando ser originales
y buscando algo distinto que llene las páginas de los diarios, cosa que por
otra parte debería ser siempre así. Cuando las redacciones están mermadas por
las vacaciones y el control es menor sobre los redactores, a veces, sólo a
veces, se hacen cosas muy interesantes que son un bálsamo ante el prosaico día
a día de la información política. El periodista vasco Íñigo Domínguez es el
corresponsal en Roma, desde hace 13 años, de El Correo y, durante tres veranos supo convencer, algunos dicen que
“engañar”, a sus jefes para hacer una serie de reportajes verdaderamente
envidiables.
El
primero fue un viaje en un coche descapotable, desde Colliure a Tarifa. El
segundo un crucero por el Mediterráneo y el tercero un viaje en el
Transiberiano. Pero llegó el día que le dijeron al “plumilla” que no había
dinero para viajes, y que tenía que hacer una serie con 0 presupuesto. Si no un
viaje físico, a Domínguez se le ocurrió hacer un viaje al interior de la Mafia
siciliana. Desde que llegó a Roma ha intentado entender el complicado mundo
mafioso, y para ello leyó, y leyó… Fue en la época estival, con la serie que
escribió para El correo en 2012,
cuando se gestó el libro Crónicas de la
Mafia (ed. Libros del KO). Para ello amplió los veinte reportajes, añadió
la reseña de más de 200 películas y tuvo la cortesía intelectual de poner notas
a pie de página. En su visita a Barcelona mantuvimos una conversación con el
corresponsal.
Mensajes que deja la Mafia en un cadáver (clicar para aumentar)
¿El cine ha mitificado a la Mafia?
Sí, lo
poco que sabemos de la Mafia es por el cine. En España, no es que nadie lea
libros o informaciones sobre la Mafia, pero hay poquísima información en los
medios sobre la Mafia. Si se quiere hacer bien, profundizando y poniendo las cosas
en su contexto y explicando el porqué ocurren las cosas, te pierdes…, es una
tarea difícil y que lleva mucho tiempo, y los corresponsales estamos en mil
cosas. Lo que sabemos es por el cine de Estados Unidos, que al final refleja la
Mafia italoamericana, no la siciliana. El cine italiano tardó mucho en acercase
al asunto, hasta 1949 no se hizo la primera película sobre la Mafia (In nome della legge, de Pietro Germi).
Como para nosotros el terrorismo, para los italianos no era fácil tratar el
mundo mafioso, y menos cuando se quería denunciar complicidades políticas.
Como se dice que pasa en la industria
de Hollywood: ¿La Mafia ha financiado películas italianas?
No hay
una relación tan directa porque la historia de la Mafia y Hollywood es un
historia incluible, hay libros buenísimos que explican cómo están relacionados
y se influyen mutuamente. La Mafia va donde hay dinero, y la industria italiana
del cine no creo que les interese. Hay rumores, no sé si es leyenda o no, que
cuentan que la película I fuorilegge,
dedicada al bandolero independentista Salvatore Giuliano (protagonizada por
Vittorio Gassman en 1949) fue financiada por el propio Giuliano, aunque nunca
se probó.
¿La trilogía de El Padrino les gusta a los mafiosos?
Les
encanta. Cada vez que hay una redada en casa de un mafioso encuentran el libro
de Mario Puzo o las películas de Coppola. Los mitifica y les da una imagen de
una gente honorable a su manera, como de tragedia clásica, con fondo musical
operístico y artísticamente muy bellas. Es una
categoría estética, que parece moral, que es parte de la confusión del
cine, y es así como les gusta que los veamos.
Para terminar con el cine y entrar en
materia: ¿Qué película y serie de televisión ha reflejado mejor los ambientes
mafiosos?
Aparte de El
Padrino, que quitando la parte de mistificación, nos enseña como funciona
la Mafia y sus códigos, la familia… Como contrapeso desmitificador tenemos todo
lo que hizo Martin Scorsese (Mean streets,
Goodfellas…), reflejando la sordidez.
La serie de Los Soprano ha completado
esta operación acercándose a la cotidianidad. La Mafia siciliana es otra
historia, ahí tenemos la filmografía del valiente y gran Francesco Rosi, como Salvatore Giuliano, Las manos sobre la ciudad, El
caso Mattei, Excelentísimos cadáveres…,
siempre con el contexto de un cuadro político mucho más complejo. Hay una
película muy útil para conocer a la Mafia, que es El día de la lechuza (Il
giorno della civetta, de Damiano Damiani) basada en una novela de Leonardo Sciascia, que, en la literatura,
rompe el silencio con este título en 1961. El libro es maravilloso, y la
película es muy completa e ilustrativa, la más redonda hasta la fecha.
¿En Sicilia se habla y se escribe
sobre la Mafia?
Sí, más
que hablar y de acuerdo con el carácter siciliano, se insinúa, es más lo
implícito que lo explícito. Hay un tabú, aunque todo el mundo sabe lo que hay y
se palpa en el ambiente. En la prensa se escribe, aunque depende de los
periodos históricos, hay unos periódicos más cómplices que guardaban silencio,
y otros más osados que han denunciado cosas, como L’Ora de Palermo, que contaba cosas que nadie contaba, con nombres
y apellidos. Muchos periodistas han pagado la osadía con la vida. Es una
convivencia muy ambigua.
¿Y la seguridad?
En estos
días, por ejemplo, a Nino Di Matteo, que es el fiscal que está llevando el
proceso de la Trattativa, de las
presuntas negociones del Estado con la Mafia en los años noventa, le
propusieron que utilizara para sus desplazamientos por Palermo un tanque Lince,
cosa que rechazó. Este tipo lleva 20 años con escoltas, y recibe amenazas cada
día. Quienes se acercan tan profundamente a los entresijos del poder y la
Mafia, lo suelen pagar con la vida, el juez Giovanni Falcone y muchos otros.
Íñigo Domínguez fotografiado en Taïfa Llibres (Gràcia, Barcelona)
“La Garduña” era una organización
-aunque nunca se ha probado documentalmente su existencia, mas que por
tradición oral- criminal española que funcionaba como una sociedad secreta, con
ritos de iniciación y demás, y que duró desde mediados del siglo XV al XIX.
Luego en Catalunya, el origen de los Mossos d’Escuadra está en “Las rondas”,
que eran escuadras de paisanos armados que sustituyeron al somatén. En
Barcelona tuvimos, a mediados del siglo XIX, la famosa “Ronda d’en Tarrés”, que
era una policía secreta que cobraba un tributo a los comerciantes y a los
propios delincuentes para no molestarlos, además de alquilarse para dar palizas
a políticos y revolucionarios. ¿Puede haber un origen español en la Mafia?
Por lo
que me cuentas es el método mafioso, y nacen más o menos en la misma época. En
Sicilia el origen está en los guardas y capataces armados que los
terratenientes utilizaban para mantener a raya a los campesinos. Sobre la
conexión española en el origen de la Camorra napolitana hay libros que lo
tratan, yo la conozco menos, porque me he centrado en Sicilia. En esa época
estaba todo muy mezclado, la Mafia coge los ritos de iniciación de las
organizaciones secretas como la masonería…
Y de los carbonarios.
Claro,
que luego está muy relacionado con el nacimiento de Italia, en todos los
estados modernos vemos que estaba la masonería por medio. El ritual es para dar
un sentido de pertenencia y de lealtad, para prevenir la traición y preservar
el grupo cerrado. Uno de los primeros nombres de la Mafia en Estados Unidos fue
“La Mano Negra”…
Como el montaje del gobierno de
Sagasta con el grupo de falsa bandera “La Mano Negra”, que pretendía implicar a
los anarquistas y justificar la represión contra el campesinado andaluz…
Exacto,
lo cogieron de ahí, de hecho la primera película muda sobre la Mafia es The Black Hand (1906).
Entonces, ¿cuándo nace la Mafia tal y
como la conocemos hoy?
El caldo
de cultivo fueron todas esas bandas de matones que operaban en el campo. La
Mafia nace a la vez que el Estado Italiano, como un estado alternativo. En un
Estado Borbónico en declive, y el naciente Estado italiano, los vacíos de poder
y falta de autoridad eran patentes, sobre todo en zonas rurales. El monopolio
de la violencia la tiene el Estado, con la policía y el ejército, y allí donde
no llegaban, imperaba la ley del más fuerte. Estas cuadrillas se hicieron con
el poder y los propietarios las contrataban. Luego, cuando empezaron a tener un
poder económico se formó una burguesía mafiosa, y de ahí a infiltrase en todas
las esferas del poder y ver al Estado como un botín, va un paso, y hasta hoy.
Los casos de la Gürtel, Bárcenas,
Blesa, caso Palau de la Música, los “eres” de Andalucía… ¿son métodos,
presuntamente, de crimen organizado?
Ja, ja,
ja…, el método mafioso es una forma de ejercer el poder, y se puede aplicar a
todas las escalas, desde la Mafia clásica, hasta el capitalismo. Se trata de
conseguir el máximo poder político y económico por todos los medios, legales o
no. La marca mafiosa como franquicia es muy útil, porque la Mafia es un modelo
empresarial de éxito.
Se ha escrito y hablado más de la
Mafia en la política, incluso en la Curia Vaticana, pero menos en la banca y
las grandes corporaciones financieras…
La
película El lobo de Wall Street, de
Scorsese es una película de Mafia sin pistolas. Y la última crítica sofisticada
del films es que el capitalismo es mafioso. La Mafia ahora es una multinacional
globalizada, y el capitalismo tiene una parte de dinero negro mafioso enorme.
En Italia se calcula que mueven entre el 7 y el 8 por ciento del PIB, imagínate
en todo el mundo.
¿Y esa idea de anti-Estado de la
Mafia puede concitar cierto consenso social?
Esta es
una noticia reciente: Un pizzero de Nápoles recibe una inspección de Hacienda.
Resulta que tiene a su mujer trabajando con él sin contrato. Le metieron 2.000
€ de multa, amenazándole con cerrarle el negocio si no pagaba. El hombre les
imploró, y no le hicieran caso. Se suicidó dejando tres hijos. A los dos días
salió el hermano haciendo unas declaraciones a la prensa: “El Estado no tiene
piedad y no es humano. Si mi hermano hubiera pedido el dinero a la Camorra le
hubieran dado más tiempo para pagar, por lo que debo deducir que tengo que
tener más lealtad a la Camorra que al Estado”. Esta es una declaración de hace
unos días, pero podía ser del siglo XIX, esa idea de que el Estado es algo
hostil, que te roba y no te da nada a cambio, que encima te oprime y es
injusto, está muy presente en muchos italianos. Luego tienen esa posibilidad
más turbia, más sucia, pero que te puede resolver un problema.
¿Cuándo acabará la mafia?
Esa misma
pregunta se la hizo el fiscal antimafia Pietro Grasso, que ahora es presidente
del Senado, a un mafioso que estaba interrogando. Éste le explicó como había
ayudado a un joven matrimonio que no tenían para darle de comer a su hijo
recién nacido. El capo buscó trabajo al marido. Más tarde, el joven tuvo que
devolver el favor al capo mafioso, que le pidió su DNI a cambio. Mientras la
gente acuda a la Mafia y no al Estado italiano, que es un desastre, existirá la
Mafia.
¿Silvio Berlusconi tuvo o tiene
relación con la Mafia?
He
añadido un capítulo sobre Berlusconi y la Mafia porque es un asunto muy
desconocido y tabú en Italia. Nunca le han condenado por nada que tenga que ver
con la Mafia, pero en las investigaciones que se han hecho, salen muchas cosas
que, aunque penalmente no hayan tenido efecto, políticamente deberían tenerlo.
El Tribunal Supremo ha probado que: en 1974 se reunió en su despacho con capos
mafiosos, y con el gran capo de la época Stefano Bontate, para hablar de
negocios y de protección, ya que tenía miedo que secuestraran a sus hijos. Los
dos años siguientes tuvo a un capo mafioso, del clan de Porta Nuova, empleado
en su mansión de Arcore. Se trataba de Vittorio Mangano. Sus empresas pagaron a
Cosa Nostra, hasta los noventa, por protección. Luego, su mano derecha, el
cofundador de su partido, Marcello Dell’Utri ha sido el mediador entre
Berlusconi y la Mafia, esto la ha dicho el Supremo. De esto en Italia no se
habla nada. Además Berlusconi nunca ha aclarado el origen de su fortuna. Un
tipo que era estudiante de derecho, que vendía aspiradoras por las casas y
cantaba en los cruceros en verano, de repente le llega el dinero para empezar a
construir pisos.
(En 1994,
la Fiscalía empezó a investigar a Silvio Berlusconi y Marcello Dell’Utri por
concurso en asociación mafiosa. Aunque en 1997 las acusaciones contra Il Cavaliere fueron archivadas. Al
senador Dell’Utri se le condenó, en primera instancia, a 7 años de cárcel por
haberse probado sus contactos con la Cosa Nostra. Hasta la fecha, se está a la
espera de la sentencia definitiva del Tribunal Supremo).
En España los jueces que combaten la
corrupción están bastante solos, ¿es así con los jueces antimafia?
Absolutamente
solos. Un policía, de los que hacían su trabajo, decía en los noventa: “En
Palermo hacer tu trabajo es saber que vas a morir”. Luego había muchos que no
cumplían con su deber. El Palacio de Justicia de Palermo se le conocía como el
Palacio de los Venenos, porque estaba lleno de topos de la Mafia. Incluso los
servicios secretos había los que jugaban con los buenos y los que jugaban con
los malos. El atentado frustrado que sufrió el juez Falcone en 1989, es un
ejemplo alucinante. Le pusieron una bomba en su lugar de veraneo que no
estalló. Después de muchos años se supo que la Mafia, en connivencia con
miembros del servicio secreto, le pusieron la bomba en unas rocas donde él
solía bañarse, pero unos submarinistas, también del servicio secreto, la
desactivaron.
En varias partes del libro haces un
paralelismo entre ETA y Mafia, ¿explícame esto?
Creo que
es útil porque hay una imagen frívola de la Mafia, y si lo comparas con algo
que en España conocemos, pues vemos que estamos hablando de cosas serias y
peligrosas. Sólo en la guerra de Palermo de los ochenta hubo 1.500 muertos, y
la ETA en toda su historia ha llegado a 900. La aplicación del terror y del
método mafioso también tiene sus paralelismos, la omertà es muy parecida al silencio social que hemos vivido en el
País Vasco. Yo, por trabajar en un periódico considerado enemigo, tenía que
mirar todas las mañanas debajo de mi coche. Luego la inercia social que lleva a
considerar la violencia como algo normal, la que dice que si mataban a alguien
“será porque algo habrá hecho”. Hubo una carta al director de un periódico
italiano donde un ciudadano decía que el juez Falcone, cuando se movía por la
ciudad con su numerosa escolta y paraban el tráfico, era un incordio, y porque
no llevaban a todos los magistrados y policías a las afueras de Palermo, para
que no molestaran. La Mafia también cobraba su impuesto “revolucionario” y
tenía su brazo político, la Democracia Cristiana, aunque la Mafia no tiene
ideología, sólo tiene intereses. O la eliminación de los arrepentidos, como le
pasó a Yoyes (Dolores González).
¿La red Gladio tuvo un precedente en
la Mafia siciliana?
La Mafia,
en la postguerra italiana, fue un agente político más dentro del tablero de
juego de la guerra fría. Y la estructura militar clandestina de la OTAN,
Gladio, que permanecía dormida y que, en un principio, sólo tenía que actuar en
caso de una invasión de los países del área socialista o de victoria electoral
de los partidos comunistas. Pero todo lo que se mueve en Italia por debajo de
la superficie, todo ese mundo oscuro, es difícil de controlar. En Italia hay lo
que se llama servicios secretos “desviados”, y que siempre coinciden con la
extrema derecha, no sé por qué, pues se mezclaron en todos los atentados de los
“años del plomo”, donde aparecen agentes de Gladio por todas partes. Fueron
movilizados para la guerra sucia. Como en Grecia, para crear una tensión de
forma artificial, con atentados de falsa bandera, para justificar un golpe
autoritario o la imposición de un régimen. La Mafia, en la postguerra, ya pactó
con los fascistas y fue una especie de Gladio a la siciliana.
Por último: ¿Giovanni Falcone está
considerado un héroe en su país?
Sí, sin
duda. Los fiscales y los magistrados en Italia tienen más iniciativa y protagonismo,
no reciben órdenes de nadie, ni la acción judicial depende de un juez. Tienen
mucha más libertad y son mediáticos, en el sentido de que son personajes
públicos, que dan entrevistas. En España sólo conocemos a los jueces que llevan
casos muy famosos, pero la mayoría son anónimos. Allí, quizá por el carácter
más expansivo del italiano, es diferente. Falcone tuvo muchos enemigos. Cuando
se cumplía no sé qué aniversario de su muerte, una amiga suya que llevó muchos
casos de corrupción, la fiscal Ilda Boccassini, hizo unas declaraciones muy
duras: “No ha habido un hombre en Italia que haya acumulado más derrotas que
Falcone, ni cuya confianza haya sido traicionada con más determinación y
malignidad (…). Siempre le jodieron y no le dieron ninguno de los puestos que
merecía”.
En fin, sirvan estas líneas como
humilde y merecido homenaje a don Giovanni Falcone.
Publicado originalmente en la Revista Rambla
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