Por: El espía que
surgió del frío
Se
pongan como se pongan, las antiguas colonias siempre serán un mal remedo del
Imperio. En España nuestros reyes y dictadores dormían rodeados de reliquias de
santos en mejor o peor estado de conservación; la antesala del panteón de reyes
escurialense se llama El Pudridero y todos los años paseamos por Semana Santa
un monigote ajusticiado embadurnado de sangre.
En
Argentina, el ecosistema del peronismo requiere una momia, un frasco de tinte
capilar y una partida de gentuza con malos instintos. La momia puede ir teñida
de rubio y empaquetada en su ataúd, o ir con un pelucón pintado de betún de
Judea y en silla de ruedas. El fervor que despierta es el mismo. En España las
factorías de reliquias y santos amojamados eran conventos nacionales o
vaticanos. En Argentina, parece ser que fueron los puticlubs de carretera los
que dieron esa indeleble pátina de zorrones de sifón y pajilleras de portal a
Evita Perón y a Cristina Fernández de Kirchner. Las manos de Perón, que nunca
tocaron nada limpio, andan perdidas y la canalla está levantisca con la
Justicia no justicialista… Sigue aquí:
https://goo.gl/tQHktk
(estupendo trabajo)
¡Gracias! Pero te puede caer la del pulpo por recomendar conjurados...
ResponderEliminarYa lo sé, pero es lo que tenemos los "Los Irregulares de Baker Street", además a mi vetusta edad, estas cosas me traen sin cuidado. Hola, gata.
ResponderEliminarAnda, yo creía que eras de los "Peaky blinders"...
ResponderEliminarHola, nietecico.
ALLAN: Espero que tenga el culo bonito, porque su cerebro es una birria.
ResponderEliminarJa, ja, ja..., siempre tan ocurrente Gata.
EliminarEs sólo sexismo de baja intensidad, gitano mio...
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