Encuentro Estatal de Apoyo a la
Querella contra el Franquismo
Texto:
Javier Coria Fotos: Carlos Serrano
Los pasados días 18 y 19 de
mayo se celebró en Madrid el Primer Encuentro Estatal de Apoyo a la Querella
Argentina contra los crímenes del Franquismo, causa de la que venimos
informando en Rambla. Como invitado
especial y procedente de Buenos Aires asistió el primer querellante, que hace
tres años, comenzó esta lucha contra la impunidad del franquismo y que hoy
reúne a miles de personas y cientos de organizaciones. Se trata de Darío Rivas,
cuyo padre fue asesinado por falangistas en 1936.
Precisamente
Darío Rivas fue el encargado de dar la bienvenida a los participantes desde la
mesa presidencial del acto, junto a Manuel Blanco Chivite, de la Comuna de
Presos del Franquismo; Rocío Mostaza, de la Unión de Actores y Actrices, y de
Soledad Luque, en representación de las Asociaciones de Bebés Robados, todas
ellas organizaciones de la Red AQUA.
Manuel Blanco, Darío Rivas, Rocío Mostaza y Soledad Luque
EL PRIMER QUERELLANTE
Darío
Rivas es un argentino de origen gallego que tiene 93 años y que, el 14 de abril
de 2010, se personó en los juzgados de Buenos Aires para presentar una querella
por el asesinato de su padre en manos de un pelotón de fusilamiento compuesto
por falangistas. Cuando salió de los juzgados, aquel día tan señalado y
republicano en su país de origen, país que tuvo que abandonar a la temprana de
edad de 8 años, recordó como sólo los niños y los ancianos saben recordar. Su
padre fue el alcalde republicano de Castro de Rei, en la provincia de Lugo
(Galicia), y lo fue solamente durante tres meses. Su nombre: Severino Rivas,
socialista, hombre de gran cultura, pese a su origen humilde y campesino. Nunca
quiso ser político, sino ayudar a sus convecinos. Viudo desde la década de los
años veinte envió a su hijo menor, nuestro Darío, a la Argentina donde ya
residían sus hermanas mayores. Severino fue apresado en el Hotel España de
Lugo, y pocos días después, fue asesinado cerca de la capilla de Cortapezas, en
Portomarín. Su cadáver, junto al de un guerrillero republicano, fue enterrado
en una fosa común. Los paramilitares falangistas acusaron a Severino de “traición
a la patria”, ya ven la ironía, los sublevados contra un gobierno legítimo y
democráticamente constituido acusan a un alcalde electo de traición, al que
además ejecutan sumariamente. Quizá nuestro Darío, aquella mañana bonaerense,
miró al cielo y recordó el horror que le habían contado, pero también atisbó la
esperanza por la justicia, la verdad y la reparación que dio inició a la
Querella Argentina contra los Crímenes del Franquismo.
BUSCANDO UNA FOSA COMÚN
Pero,
permítanme que le siga llamando nuestro Darío, ya hacía años que había
comenzado su particular tarea. Su padre fue enterrado anónimamente, como tantos
otros cuyos restos están en las cunetas y que, sin apenas ayuda oficial y
muchas veces con el desinterés de las instituciones públicas, exhuman los
voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica
(ARMH), cuya labor consiste en la localización de las fosas comunes donde iban
a parar las víctimas de la represión paramilitar durante la Guerra Civil.
Durante
cincuenta años, Darío buscó infructuosamente los restos mortales de su
progenitor. En un viaje a su patria natal, en 1994, tuvo la primera pista
gracias a un vecino de Portomarín. Por fin, después de largas y penosas
gestiones, y con la ayuda de la ARMH gallega, localizó la fosa común. En agosto
de 2005, los restos mortales del alcalde republicano de Castro Rei fueron
enterrados en el panteón familiar de Loentia (Lugo), donde había nacido. Su
lápida dice:
Severino Rivas Barja, que fue
alcalde de Castro Rei, nacido el 13 de septiembre de 1875. Lo asesinaron en
Portomarín los falangistas el día 29 de octubre de 1936. Volvió a casa para
descansar en paz el día 19 de agosto de 2005.
Rocío Mostaza, de la Unión de Actores, Chivite y Raúl Herrero, de La Comuna
Los abogados de la querella, Ana Messuti y Carlos Slepoy (en el centro)
LAS VÍCTIMAS NO ADMITEN MÁS
OFENSAS
Nuestro
Darío no confía mucho en la justicia española, de hecho declara ante la prensa
(al diario Público) que Franco dejó
las cosas tan bien atadas que aún sobreviven algunas estructuras de su régimen.
Tampoco cree que España entregue a la justicia argentina a los responsables aún vivos de la represión durante
la dictadura, pero, gracias a la Querella y sí sigue el curso previsto, algunos
de esos responsables, como por ejemplo el ministro franquista José Utrera
Molina, suegro del actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y que
firmó sentencias de muerte, podrán ser detenidos en cuanto salgan del
territorio español.
Como
Darío, muchos de los integrantes de la Red AQUA que se han puesto en contacto
con este redactor, expresan su rabia por las continuas ofensas que reciben del
gobierno y de sus medios de comunicación afines. La última fue la injerencia
del Ministerio de Exteriores español para boicotear las primaras declaraciones
por videoconferencia en el consulado argentino, de la que ya dimos cumplida
noticia en estas páginas. Sobre este particular, es de resaltar la reunión que
uno de los abogados de los querellantes, Carlos Slepoy, mantuvo con el
embajador argentino, señor Carlos Bettini. Éste le reconoció al letrado que la
nota verbal del Ministerio de Exteriores español fue improcedente, ya que el
Tratado de Colaboración Judicial no es de aplicación en este caso. Informó el
diplomático que se daría curso a las videoconferencias sin ninguna comisión
rogatoria dirigida al gobierno español.
En un momento de descanso, Darío en el centro, Felipe Moreno, querellante de Cataluña, en primer término, a la izquierda (con gafas)
Pablo Mayoral, de La Comuna, y uno de los que tenía que declarar en las videoconferencias boicoteadas por el gobierno del PP
También
es una ofensa para las víctimas que el asesino de la joven Yolanda González,
asesinada a tiros en 1980 por un comando de la ultraderechista Fuerza Nueva,
Emilio Hellín (hoy Luis Enrique), sea actualmente asesor técnico de las Fuerzas
de Seguridad del Estado. O que recientemente, en un acto de la Comandancia de
la Guardia Civil de Barcelona, la delegada del gobierno en Cataluña, doña María
de los Llanos de Luna, entregara diplomas a La Hermandad de Combatientes de la
División Azul, división de voluntarios falangistas que lucharon junto a Hitler
durante la Segunda Guerra Mundial. En el acto también estuvo, para su
vergüenza, el alcalde socialista de Sant Andreu de la Barca, localidad donde se
realizó el acto. Y todo esto mientras la número dos del PP, Dolores de Cospedal
y otros acólitos, tildan de nazis a los ciudadanos que hacen escraches en las
convocatorias de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
Última hora:
Al
poner punto final a esta pieza, nos llega la noticia de que Izquierda Plural
llevará al Congreso la propuesta para que “el 18 de julio” –fecha del golpe de
estado de Franco contra el gobierno de la república- sea declarado día de las
víctimas del franquismo. Ya que consideran que, después de haber transcurrido
74 años del fin de la guerra civil, y 37 desde las primeras elecciones
democráticas tras 40 años de dictadura, “nunca ha habido un debate público y
profundo sobre las violaciones sistemáticas de los derechos humanos y los
crímenes cometidos bajo la dictadura de Franco”. Seguiremos informando.
Publicado
originalmente en la Revista Rambla
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