AHORA NOS DEJAN SOLOS...
y como chiquillos
que en mitad de la noche
silban, con falsa viveza,
su miedo,
tendemos nuestros brazos
el uno al otro,
y esperamos,
con el corazón en vilo,
la llegada de la luz,
acechando en el silencio
cualquier ruido amigo,
cualquier movimiento vivo.
Quizá, cuando nazca la mañana
dejando gotas de rocío
en nuestros párpados espantados
y en nuestros cuerpos entumecidos,
vuelvan los demás,
y con su jolgorio y su bullicio
nos arranquen
una sonrisa de perdón.
Poema: José Batlló. Foto: Javier Coria.
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