Uno de los artículos
más famosos de la Enciclopedia Espasa es el dedicado a la Bicicleta, publicado
en 1910 (tomo 8, páginas 745-761). Cuenta con 47 láminas y está organizado en
las siguientes secciones: Historia, Teoría de la bicicleta, Transmisión
del movimiento, Cambio de desarrollo, Rueda libre, Construcción de algunos
órganos principales de la bicicleta, Usos de la bicicleta en el ejército, Modo
de montar en bicicleta y de conservar la máquina e Higiene de
la bicicleta. Imagínese el lector qué podría haberse escrito sobre la
bicicleta entonces, mientras busca ese tomo octavo, y al leer el artículo podrá
volver a confirmar que la realidad supera la imaginación más desbordada.
Modo de
montar en bicicleta
y de conservar la máquina
y de conservar la máquina
Es preciso, ante todo, que el que monta no tenga
miedo a las caídas. Es además conveniente que los brazos no estén rígidos. Hay
varios sistemas de montar; los más usados consisten en servirse del pedal, o
mejor montar teniendo la máquina entre piernas. Para apearse, lo más cómodo es
hacerlo por el pedal; algunos lo hacen por detrás y también apoyando el pie en
una acera próxima. El eje del pedal ha de estar al tercio de la longitud de la
planta del pie a contar desde los dedos. Al mover los pedales conviene que la
punta del pie se halle dirigida un poco hacia abajo. Para sostenerse, si la
máquina se inclina hacia un lado, basta girar el manillar de modo que la
máquina tienda a desviarse hacia el mismo lado.
La máquina ha de conservarse limpia de polvo,
barro y orín. El polvo se quita con un plumero y luego una gamuza seca; si hay
barro hay que lavar antes. Es conveniente que la gamuza esté impregnada de
petróleo. Las transmisiones y gorrones deben estar bien engrasados. En verano
puede emplearse grasa como lubrificante. De tiempo en tiempo es conveniente
limpiar todas las piezas con petróleo. Para efectuar las operaciones de
desmontar y montar la máquina es conveniente o disponerla al revés, con las
ruedas hacia arriba, o mantenerla en un soporte especial. Para reparar el
neumático, una vez visto en qué punto del mismo está el defecto, se limpia
cuidadosamente la cámara neumática y el trozo de caucho que ha de tapar el
agujero, se engoman los dos en las caras que han de estar en contacto y se
aplican luego cuidadosamente.
Cuando
se emprende una excursión en bicicleta es necesario llevar consigo un farol,
una bomba, un neumático, una camisa de dormir (de seda), medias y pañuelos, una
camiseta, un revólver y un mapa. Es práctico llevar varios botones y el dinero
y el reloj en un cinturón, al cual irá sujeto la pistola o revólver.
En las carreras modernas el ciclista va
precedido de una motocicleta, alcanzándose así velocidades mucho mayores. El
efecto de los entrenadores es cortar el aire y producir una aspiración del
mismo delante del ciclista, aparte de evitar a éste la fatiga cerebral que
exige el cuidar de conservar la velocidad lo más constante posible, en cuyas
condiciones el trabajo realizado en un tiempo dado es mínimo. Distínguense los
corredores en dos clases, los «sprinters» y los «stayers». Los primeros tienden
a alcanzar la mayor velocidad, los segundo a hacer el mayor recorrido. A los
últimos se les llama también «de fondo».
Modo de
montar en bicicleta
y de conservar la máquina
y de conservar la máquina
Para montar en bicicleta es preciso no tener
miedo, sujetar el manillar con flexibilidad y mirar al frente y no al suelo. Es
más fácil sostenerse con cierta velocidad, que yendo despacio.
La forma más corriente de montar es poner el pie
izquierdo sobre el pedal correspondiente y dar con el derecho, apoyado en el
suelo, varios envites a la máquina; luego se pasa la pierna derecha sobre la
rueda trasera y el pie busca su pedal. Los hombres cómodos o poco ágiles y el
elemento femenino, con su bicicleta especial, se montan á caballo y apoyando un
pie en el suelo, en el bordillo de la acera, &c., dan el impulso inicial
con el otro pie colocado sobre el pedal, previamente situado éste en el punto
más alto de la circunferencia que describe. Para apearse, se suelen usar
procedimientos inversos. Sobre el pedal debe apoyarse solamente el tercio
anterior del pie. Si la máquina se inclina hacia un lado, basta girar levemente
el manillar hacia ese mismo lado; pero hay que tener en cuenta que, al dar las
vueltas, la máquina se inclina siempre naturalmente hacia el interior de la
curva, y que esa inclinación, si no se lleva velocidad excesiva, no debe
rectificarse, pues se cambiaría la dirección de la marcha que se desea.
La bicicleta ha de conservarse limpia de polvo,
barro y orín. El polvo se quita con un plumero o un trapo suave; el barro,
lavando con chorro de agua, y el orín se evita limpiando sistemáticamente con
petróleo o gasolina las partes no pintadas. De vez en cuando es conveniente
limpiar todas las piezas con petróleo. Para efectuar las operaciones de
desmontar y montar la máquina, cambiar la cubierta, &c., se coloca la
bicicleta del revés, apoyada en el manillar y el sillín. Para reparar el
neumático, una vez localizado el punto en que se encuentra el pinchazo, se
limpian la cámara y el trozo de goma que ha de tapar el agujero, se untan ambos
con disolución en las caras que han de estar en contacto y se aplican luego
cuidadosamente.
La bicicleta debe ir provista siempre de farol,
bomba, disolución y goma para parches, algunas herramientas fundamentales
(llave inglesa, alicates, &c.), y si se sale de excursión, una cámara de
repuesto y varios eslabones para la cadena de transmisión.
En los recorridos largos, si son varios los
ciclistas, conviene ir uno detrás de otro para ahorrar energías y sucederse en
el puesto de cabeza para repartir el mayor esfuerzo requerido.
Higiene
de la bicicleta
Según el médico inglés Herschell, el ejercicio
de montar en bicicleta hecho con moderación es saludable, pero sin ella es muy
peligroso. Es indispensable una máquina bien construida, el sillín ha de ser
cómodo para evitar irritaciones (prostatitis); el manillar no ha de ser muy
bajo, debiendo estar el ciclista casi vertical, para lo cual las manecillas y
el sillín se disponen generalmente a igual altura. El desarrollo no debe ser
excesivo; 6 m. en terreno plano y 5 en montañoso, pueden considerarse como
límites, que para señoras deben disminuirse en un 20 por 100. El piñón libre es
recomendable siempre que se lleve freno. La bicicleta es de utilidad para los
enfermos que necesitan actividad en la respiración, debiendo practicarse el
ejercicio en el campo. Es también saludable para los nerviosos en las mismas
condiciones. Practicado sin moderación el ejercicio de la bicicleta es de los
más funestos. Los cansancios repetidos ocasionan hipertrofia y otras
enfermedades del corazón, dándose el caso de que algunos de los más afamados
corredores se han visto libres del servicio militar por esta causa. Un afecto
del pulmón puede ser origen de hemorragias. Cuando existe enfisema debe
proscribirse la bicicleta por la dificultad en la respiración. Cuando los
riñones no funcionan bien, el uso de la bicicleta puede ocasionar accidentes.
Es saludable a los neurasténicos, cuando se practica su ejercicio en el campo.
En todos los casos conviene que el que se dedica a este ejercicio consulte á un
médico sobre la conveniencia del mismo. Debe considerarse como un ejercicio
penoso y sumamente perjudicial el montar un triciclo destinado al transporte de
objetos, sobre todo por gente joven. En algunos sitios está prohibido. El
ciclista debe tomar alimentos de digestión fácil, evitar el uso del alcohol,
tomando mejor caldo como estimulante, mezclado con extracto de carne. Cuando
existe cansancio excesivo o agotamiento, el mejor remedio es el reposo
tranquilo, como la siesta. En las motocicletas el vestido debe ser grueso aun
en verano, bien ajustado, de paño, y deben protegerse los ojos con lentes. No
deben recorrerse más de 150 kilómetros por día en terreno llano, ni a más
velocidad de 15 km por hora.
FUENTE:
Enciclopedia
Espasa, tomado de Filosofia.org
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