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miércoles, 13 de abril de 2016

Newton y la inmortalidad


El manuscrito que revela la fórmula para la inmortalidad de Isaac Newton

Describe los pasos para crear una sustancia "mágica" que convertiría metales en oro y nos haría jóvenes para siempre.

El científico inglés Isaac Newton pasó a la historia como el "padre de la gravedad", tras sentar las bases de la ley de la gravitación universal, luego de que una manzana le cayera en la cabeza en 1666.

Lo que se descubrió siglos más tarde, sin embargo, son sus llamados "estudios ocultos", que delataban su interés por otras ciencias más allá de la física, como la cronología, la alquimia, la cábala o la interpretación de textos bíblicos.

Y dada su gran reputación como inventor, no es de extrañar que este descubrimiento en la década de los 30 del siglo pasado, causara gran revuelo.

La fascinación de Newton abarcaba temas muy diversos, no necesariamente científicos.

Y comprende una fórmula para la inmortalidad, escrita a mano por Newton, en la que describe los pasos para crear una sustancia "mágica" que convertiría metales en oro y nos haría jóvenes para siempre.

Se trataba, en realidad, de los primeros pasos para crear la legendaria piedra filosofal.


EL ELIXIR DE LA VIDA

La piedra filosofal es una legendaria sustancia alquímica que contendría los secretos para el rejuvenecimiento, el elixir de la vida y, finalmente, la inmortalidad.

Dice la leyenda que esta increíble sustancia podría transformar metales en oro o plata.

La Biblia la menciona, pero también algunos textos budistas e hinduistas.

Ahora, un nuevo manuscrito ha vuelto a salir a la luz.

Los alquimistas de la Edad Media ya la buscaban.

Y Newton intentó dar con ella en el siglo XVII.

Al menos, así lo revela el recién publicado manuscrito, que había permanecido durante décadas en una colección privada, y que la asociación Chemical Heritage Foundation (CHF) en Filadelfia, EE.UU., compró en una subasta y sacó a la luz.

El genio británico explica en este histórico documento, escrito en latín e inglés, la receta del "mercurio sófico", una sustancia clave del proceso alquímico para lograr la famosa piedra filosofal.

Unas instrucciones que Newton copió, por lo visto, de otro alquimista, el estadounidense George Starkey, tras tomar algunas notas, corregir y reescribir el texto original.


ETERNA JUVENTUD

"La importancia de este manuscrito radica en que nos ayuda entender las lecturas alquímicas de Newton, especialmente las de su autor favorito", dijo James Voelkel, de la Biblioteca Othmer de Historia Química, en EE.UU.

De acuerdo con Voelkel, el documento también "proporciona evidencias de otra de sus metodologías de laboratorio".

Newton escribió más de un millón de palabras sobre alquimia durante toda su vida.

Y aunque la alquimia no tenga el prestigio internacional del que sí se enorgullece la física, es incuestionable que ambas tuvieron un papel ciertamente relevante en la vida del genio.

Al fin y al cabo, la alquimia contribuyó al desarrollo de la ciencia moderna.

Tal vez ahora ya no nos interese tanto la piedra filosofal, pero seguimos buscando el secreto de la eterna juventud.

Y Newton, a su manera, logró ser inmortal.

FUENTE: La Nación (Argentina)

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