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martes, 8 de febrero de 2011

PEDRO PAULET: LOS VIAJES EXTRAORDINARIOS


Julio Verne dio sustento científico a varias antiguas fantasías humanas, como la de viajar al espacio. Muchos científicos definieron su vocación al leer sus relatos, uno de ellos fue Paulet (1874-1945)

Por: Álvaro Mejía*
Domingo 6 de Febrero del 2011

Todo empezó con un cañón

1883, Arequipa. Un niño observa la retirada de las tropas chilenas llevando sus cañones. Tiene en la mano un libro, “De la Tierra a la Luna”, en el que un grupo de artilleros, inactivos tras la Guerra de Secesión norteamericana, fabrican un cañón gigante, el Columbiad, para enviar a tres hombres, en una bala enorme, hacia la Luna.
Desde ese momento, los espíritus del escritor y el niño confluyen en un mismo sueño, hacer realidad los “Viajes extraordinarios”, en especial navegar por el espacio.

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Verne pronostica en su relato que la travesía interplanetaria se realizará desde los Estados Unidos, el país de los ingenieros. Al Perú le toca contribuir con una cuota en dinero para financiar la proeza. El niño, Pedro Paulet, quiere torcer la historia.

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El Perú de entonces no tiene los artilleros. Menos, una Sociedad del Cañón (Gun-Club). Y un lanzamiento así sería imposible: los tripulantes morirían achicharrados tras el disparo. El niño imagina entonces otra manera.

“En mi ciudad natal, edificada con lava de un antiguo volcán vecino, no hay miedo a mayores incendios, por lo que los cohetes son la obligada diversión en todas las fiestas. Desde pequeño aprendí a confeccionarlos, ataba algunas veces a sus ‘guías’ redecillas con objetos”, diría después, al evocar al volcán Misti, ligado también en sus recuerdos al mundo de Verne.


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A fines del siglo XIX, el joven Paulet va a estudiar Ingeniería a París. Verne, en el ocaso de su vida, vive en Amiens, a pocas horas en tren de la Ciudad Luz. No se sabe si llegaron a conocerse, pero en esos años el joven se convierte en depositario del legado del escritor.

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Entre 1895 y 1897, Paulet fabrica el primer motor-cohete de la historia. Aplica un combustible creado con melinita, un poderoso explosivo al cual Verne se refirió en “Ante la bandera” (1896). En 1902, como el pez-pájaro, que Verne idea en “Dueño del mundo”, Paulet firma los planos del avión torpedo, diseñado para navegar en el espacio y en las profundidades marinas.

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Hay extrañas coincidencias entre la vida de ambos genios. En 1895, mientras Paulet convierte su sueño en máquina, nace en París el cine. En 1902, cuando concibe el avión torpedo, Georges Méliès estrena “Viaje a la Luna”, el primer filme de ciencia ficción, una adaptación de la novela “De la Tierra a la Luna”.


Verne muere en 1905, y Paulet ya en Lima se inscribe en la Sociedad de Ingenieros del Perú, dispuesto a poner sus inventos al servicio del país. Son tiempos de la Revolución Industrial y la humanidad tiene fe en los avances tecnológicos.

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Paulet intenta convencer al Perú de conquistar la Luna, pero no consigue apoyo para fabricar su nave. Demasiado adelantado a su época, busca ser respetado como científico. Quizá por eso, en su artículo “La guerra y la navegación aérea” (1909), toma distancia de “los escritores de fantasía quienes, siguiendo a Julio Verne, lanzaban en pleno cielo, sobre absurdas máquinas, a héroes de novela”.En 1910, cansado del rechazo, encarpeta su proyecto y vuelve a Europa. En 1927, en otro intento de convencer al Perú para fabricar el avión torpedo, publica sus creaciones en El Comercio, y recibe los reconocimientos de la Sociedad Astronáutica Alemana. De ese grupo, emerge el joven Werner von Braun que recoge el legado del ya anciano Paulet y envía al hombre a la Luna en el Apolo XI (1969), desde los Estados Unidos, cumpliendo la profecía de Verne.

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Si algo no anticipó Verne fue que el aporte peruano a la conquista espacial no sería con dinero, sino con el talento del genial Paulet.

El mar y más

En carta, de 1909, al ingeniero Teodoro Elmore, Paulet revela sus planes de construir un submarino. Antes que Bustamante y Rivero, propone que nuestro país reivindique una extensión de 200 millas marítimas.

Estableció que el Perú se divide en cinco regiones geográficas, una de ellas, el mar. Tesis superada por su alumno y amigo Javier Pulgar Vidal, autor de “Las ocho regiones naturales del Perú”.

(*) Vicepresidente de la ONG Círculo de Arena

FUENTE: El Comercio

ILUSTRACIÓN: Doris Encalada



7 comentarios:

  1. Hola! Hay alguna biografía publicada de Paulet que pueda conseguir en España?

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  2. Me temo que no hay ninguna biografía editada en España, que yo sepa. Pero le animo a entrar en la web de Álvaro Mejía (Mundo Paulet) cuyo enlace tiene más arriba. Él le informará mejor. Gracias por la visita, que hoy casi llegan a las 200, por cierto.

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  3. Hola, Javier
    Ante todo, gracias por difundir el artículo.
    Y felicitaciones por las 200 entradas. ¿Hay interés en la vida de Paulet entonces? ¡Caray!
    Yo me temo lo mismo que tú, que no exista esa biografía de Paulet en España. En el Perú, casi diría que lo mismo. Es que incluso para los peruanos es un gran desconocido.
    Hay dos libros muy pequeños y que circularon muy poco hace unos años. Uno es un libro de recuerdos de su única hija viva, Megan. En base a él se han hecho la mayoría de sitios web que quieren abordar la vida de Paulet.
    El otro es el de José Zlatar, General (r) de la Fuerza Aérea Peruana, que tiene como mérito mayor hacer una explicación técnica sobre el motor cohete de Paulet.
    Fuera de eso, no existe una biografía completa de Paulet ni siquiera en el Perú, tarea difícil si hablamos de un hombre que vivió en muchas partes del mundo y prefería el perfil bajo.
    Modestia aparte, en una conversación telefónica con Megan Paulet, al hablarle del amor de Paulet por Alemania, me dio la razón y a continuación me dijo "¡Usted sabe de mi papá más que yo!". Y es que esa información no estaba publicada en ningún lado, sino que la fui deduciendo tras revisar escritos de Paulet y otros documentos.
    Algo de eso escribí en dos artículos. Uno en mi blog, titulado "Paulet, el germánico" (primera parte, por ahora). El otro, sobre la labor arquitectónica de Paulet, publicado en el diario El Comercio bajo el título de Creador del Futuro. Éste es el enlace http://elcomercio.pe/impresa/edicion/2010-11-28/ecd6281110z06/11
    Mi deseo es hacer una gran biografía del sabio. Estoy en ese camino.
    Un abrazo y gracias de nuevo
    Álvaro

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  4. Gracias, Álvaro por toda la información. En España conocemos bien esa situación de ninguneo, propio y ajeno, de nuestros sabios. Saludos.

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  5. Javier, de nada, soy yo el que agradece. Una pregunta para ti y para tus lectores. ¿Habrá en bibliotecas españolas libros en nuestro idioma escritos por el austriaco Max Valier, fundador de la Sociedad Astronáutica Alemana y contemporáneo de Paulet? He visto uno en venta, "Los enigmas del reino solar", en una página chilena y me he puesto a buscarlo. No sé si ya lo hayan comprado y no sé a cuánto equivalga el precio ahí consignado (debe ser en pesos chilenos). Bueno, ahí está el enlace. Muchos saludos y nuevamente gracias
    http://www.todomercado.com/Esoterismo/Los-Enigmas-Del-Reino-Solar-Max-Valier-1901-Metropolitana-Santiago.view?id=1293956844623

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  6. Sí, "Los enigmas del reino solar" lo publicó una editorial española en 2009 y se encuentra en librerías de viejo por 14 euros. En Iberlibro.com lo puedes buscar.

    Descripción: Una nueva doctrina sobre el Cosmos surge desde Alemania y está a punto de extenderse por todas las naciones del Globo terrestre. Todavía hoy desconocida más allá de las fronteras de la Europa Central, se encontrará dentro de pocos años al frente de los intereses científicos y hasta de los económicos de todas las naciones. Allanar el camino para su comprensión es el objeto de esta obra. Treinta años han transcurrido desde que el ingeniero austriaco Hans Hörbiger, en una memorable noche de Septiembre del año 1884, observando la Luna con un pequeño telescopio, tuvo la idea, base de su nueva teoría, fundada en la fugaz intuición de considerar toda la superficie de nuestro satélite con todas sus montañas, cráteres, blancos témpanos y sus profundas llanuras gris-verdosas, como una capa de hielo procedente de la congelación de un inmenso océano que cubre todo el astro formando una capa de hielo varias decenas de kilómetros de espesor. Curioso es, pero casi cien años antes había sido expuesta ya la naturaleza de hielo de la capa de la Luna por Madler, investigador de ese planeta, y también más tarde, durante todo el siglo XIX, se presentó varias veces esta teoría ante la ciencia. Pero la ciencia no estaba tan madura: ante todo, faltaba a los investigadores de la Luna, los necesarios conocimientos sobre la tecnología calórica del hielo. Debido a esta falta, se dejaban intimidar por la antigua objeción de que el hielo no podía subsistir en la Luna porque en el vacío tenía forzosamente que evaporarse en el acto. En el ingeniero Hörbiger se reunían esta vez, en feliz consorcio, la grandeza de una predisposición genial para los estudios astronómicos con los extensos conocimientos y experiencias prácticas del experto en la termotécnica, del constructor de máquinas de vapor y de refrigeración, así como del constructor de ventiladores para altos hornos. Así estaba capacitado para conocer las consecuencias de las impresiones que le asaltaban y estudiarlas a fondo. No es, pues, solamente el hallazgo de la clave lo que a Hörbiger se le debe, sino también el hecho de que supo aplicarla, abriéndonos así, después de un trabajo de treinta años, las puertas para una nueva comprensión del Universo y para la aplicación técnica de los acontecimientos cósmicos. Fue un trayecto penoso por el que pasó desde que la idea de la naturaleza glacial de la capa de la Luna se engendró en su cerebro, hasta la demostración de que el hielo, en todo el Universo, con su natural oposición a las materias candentes, es el verdadero propulsor de todos los hechos y que todo lo que acontece hasta en el más distante espacio de las estrellas, como en nuestro más próximo reino solar, es el resultado final del combate entre el mundo candente y el mundo glacial. Otra segunda obra, que pronto será publicada, servirá para exponer cómo Hörbiger, sin vacío alguno y en correlacionada serie de ideas, por medio de su teoría de los mundos de hielo, descubre todos los secretos de la bóveda celeste resumiendo cielo y tierra a un todo viviente, y del cual también nosotros, lo seres humanos con nuestro mundo, formamos una parte. La presente publicación tiene por fin único el de exponer en forma circunscrita cómo la teoría de los mundos congelados, en contraposición con las ideas científicas hasta hoy vigentes, explica de manera nueva los secretos del universo del Sol y traduce los portentosos fenómenos y manifestaciones en cada uno de los cuerpos celestes. Max Valier Prologo y notas de Rafael Videla Eissmann Ediciones Camzo Colección origenes 2009. 126 paginas con ilustraciones.

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  7. Hola, Javier
    Muchas gracias, qué gran dato. Le seguí un poco la pista y veo que el libro se vende en Argentina por un precio equivalente a 16 euros.
    http://www.libreria-argentina.com.ar/libros/max-valier-los-enigmas-del-reino-solar-de-acuerdo-a-horbiger-doctrina-del-hielo-mundial.html
    Max Valier, el más importante científico aeroespacial de entre guerras -hasta su muerte prematura en 1930-, es el primero en hacer un reconocimiento al motor-cohete de Paulet, en 1928. De ahí mi interés en él.
    Me estaba preguntando qué interés podía tener una editorial en publicar una de sus obras en castellano. Veo que hay un mercado grande entre la gente aficionada al esoterismo. Pero lo que más me ha llamado la atención es que la traducción es de 1924, hecha por el inventor español Khün de la Escosura y ya me dio curiosidad saber más de él. Así que si alguien sabe algo, bienvenido.
    Un fuerte abrazo
    Álvaro

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