A la memoria de Miguel Salabert
Este ejemplar, intonso, es una de las “niñas bonitas” de mi colección verniana. Editado por Ramón Sopena y traducido por César A. Comet –les invito a buscar la insólita poesía de Comet-, se editó en Barcelona en el año 1933. Además de la novela citada, el tomo incluye la deliciosa novela corta Un invento prodigioso. Recuerdo que éste libro lo compré, barato, paseando con una gran amiga por el rastro madrileño.