Por: Antonio Pérez (LQSomos).
Por medio de la presente, la
Asociación de Abogados Ateos (AAA)* se querella contra la Asociación de
Abogados Cristianos (AAC) por atentar ésta contra la más preclara de las señas
de identidad europea: la Parodia. Simultáneamente, recusa a las instancias judiciales
que acepten el pleito que la susodicha AAC quiere levantar contra la artista
conocida como Drag Sethlas (DS) so pretexto de la ópera que DS representó
durante el Carnaval 2017.
Para
justificar su iniciativa, la AAC esgrime un solo parágrafo de uno de los
cientos de artículos que conforman el Código Penal, parágrafo que, por su
hediondo arcaísmo y por su incorrecta redacción -ese Código no define ni puede
definir qué es “religión”-, los Abogados Ateos entendemos que es
anti-constitucional y hasta delictuoso por ser motivo de escándalo en un Estado
aconfesional. El mentado parágrafo reza así:
Artí. 525. 1. Incurrirán en la
pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de
los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por
escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas,
creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los
profesan o practican.
La
palabra clave es “escarnio” que se define en los textos jurídicos como “acción
con propósito de ofender”. Ahora bien, “no ofende quien quiere sino quien
puede” y el Carnaval no quiere ni puede ofender a nadie. Al contrario, Europa
ha mantenido la tradición carnavalesca no sólo como una característica fundamental
de su identidad tolerante -sufre otras señas menos gratas-, sino también como
ocasión propicia para la creatividad y como válvula de escape para la opresión
que sufren sus ciudadanos el resto del año. ¿Es imaginable una sociedad
-europea u otra- sin Carnaval, sin máscaras y, en general, sin Parodia?
Dicho
sea todo ello sin siquiera ir al fondo del asunto que, a nuestro leal saber y
entender, consiste en que la provocación de la AAC -risible en Europa- hunde
sus raíces en la omnipresencia y cuasi omnipotencia del nacional-catolicismo
español. La Iglesia Católica ha mantenido desde 1936 su estatus de Estado
dentro del Estado de manera que la vida cotidiana y, por supuesto, las
manifestaciones artísticas, han sufrido gravemente su inquisición a golpe de procesos
judiciales -antes, a sangre y fuego.
Por
nuestra parte, para presentar esta querella, la AAA se inspira en el siguiente
parágrafo de ese mismo artículo del Código Penal, parágrafo del que
desconocemos si alguna vez ha sido esgrimido en alguna sentencia judicial
aunque ocasiones no han faltado, tantas son las ofensas que el neofranquismo
perpetra a diario contra los no católicos. Este olvidado parágrafo nº 2, dicta:
Artí. 525. 2. En las mismas
penas incurrirán los que hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito,
de quienes no profesan religión o creencia alguna.
La
AAA desconoce si DS profesa o no profesa religión alguna. Ni lo sabe ni es
constitucional preguntarlo. Por ende, considera in-significante a efectos
legales que la fantasía que la puede sentar en el banquillo se titulara ¡Mi
cielo yo no hago milagros! que sea lo que Dios quiera. Pero, a los efectos
legales que hoy nos ocupan, los Abogados Ateos hemos comprobado que no sólo la
AAC sino también sus mentores obispales y la cuadrilla de plumillas orgánicos
que les limpia la púrpura han proferido numerosas ofensas contra DS. Por el
momento, esta querella se dirige sólo contra la AAC pero estamos estudiando la
oportunidad de pleitear contra los susodichos mentores y cuadrillas.
Asimismo,
la AAA deplora que el Arte -pulsión o creencia que, evidentemente, profesa DS-,
no esté considerado como merecedor de los mismos privilegios que esos
indefinidos e indefinibles “sentimientos religiosos”. Dicho sea a propósito de
que, en concreto, las drag queen han creado todo un género artístico que, para
empezar, es una parodia de los concursos de misses -esos mercados de carne
femenina que monopoliza el loco Trump. Y para continuar, es una síntesis
rompedora de teatro, ópera, danza, política y circo. Más no se puede pedir,
independientemente de que, como ocurre con el Arte en general, unas actuaciones
estén más logradas que otras.
Por
todo ello, la AAA aprovecha esta querella para solicitar a la UNESCO que el
arte “Drag Queen” sea declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad; a efectos
administrativos, puede ser etiquetado como una nueva forma de Ópera heredera de
la ópera cómica -opera buffa, ballad opera, etc. En este mismo sentido, la AAA
solicita a las autoridades españolas que sea declarado Bien de Utilidad
Pública, con derecho a percibir las consiguientes subvenciones y canonjías
fiscales.
Nota:
*-Asociación de Abogados
Ateos AAA, (no confundir con la infame Triple A argentina).
Aquí
un monólogo del humorista Broncano ante la ola de censura que recorre… ¡España,
coño!, como decía uno de los golpistas del 23 F.
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