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domingo, 23 de agosto de 2015

Autoestima y estupidez: El efecto Dunning-Kruger


El efecto Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo, según el cual los individuos con escasa habilidad o conocimientos sufren de un sentimiento de superioridad ilusorio, considerándose más inteligentes que otras personas más preparadas, midiendo incorrectamente su habilidad por encima de lo real. Este sesgo se explica por una incapacidad meta-cognitiva del sujeto para reconocer su propia ineptitud. Por el contrario, los individuos altamente cualificados tienden a subestimar su competencia relativa, asumiendo erróneamente que las tareas que son fáciles para ellos también son fáciles para otros.

David Dunning y Justin Kruger de la Universidad de Cornell concluyeron: “La mala medición del incompetente se debe a un error sobre sí mismo, mientras que la mala medición del competente se debe a un error acerca de los demás”.

El fenómeno fue demostrado en una serie de experimentos realizados por Justin Kruger y David Dunning, de la Universidad de Cornell (Nueva York, EE. UU.). Sus resultados fueron publicados en el Journal of Personality and Social Psychology, de diciembre de 1999.

Kruger y Dunning investigaron cierto número de estudios previos que tendían a sugerir que en diversas habilidades como la comprensión lectora, conducción de vehículos de motor y juegos como el ajedrez o el tenis, propician un sentimiento de superioridad ilusorio: “la ignorancia frecuentemente proporciona más confianza que el conocimiento” (como dijo Charles Darwin). Su hipótesis es que, en una habilidad típica que los humanos poseen en mayor o menor grado:

-Los individuos incompetentes tienden a sobrestimar su propia habilidad.

-Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer la habilidad de otros.

-Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer su extrema insuficiencia.

Si pueden ser entrenados para mejorar sustancialmente su propio nivel de habilidad, estos individuos pueden reconocer y aceptar su falta de habilidades previa.

Los investigadores quisieron probar estas hipótesis en sujetos humanos, estudiantes de la universidad de Cornell, que estaban matriculados en varias carreras de psicología.

En una serie de estudios, Kruger y Dunning examinaron las autovaloraciones en razonamiento lógico, gramática y humor. Después de haberles mostrado las puntuaciones de sus tests, preguntaron a los sujetos su estimación sobre la posición obtenida en la clasificación, resultando que, mientras que el grupo de los competentes estimaba bastante bien su clasificación, los incompetentes sobreestimaban su posición. Como Dunning y Kruger dijeron:

“Tras cuatro estudios, los autores encontraron que los participantes que puntuaron en el peor cuarto del total en las pruebas de humor, gramática y lógica, sobreestimaban con mucho su habilidad y su resultado en prueba. A pesar de que las puntuaciones de las pruebas los colocaban en el 12% peor, ellos se consideraban entre el 62 por ciento”.

Mientras tanto, la gente con conocimiento real tiende a subestimar su competencia.

Un estudio posterior sugiere que los estudiantes más incompetentes mejoran tanto su nivel de habilidad como su habilidad para estimar su posición en la clasificación sólo tras recibir muchas clases en las habilidades que no tenían.

Daniel Ames y Lara Kammrath extendieron este trabajo a la empatía, y a la propia percepción de ésta.

Algún otro trabajo de Burson Larrick y Joshua Klayman ha sugerido que el efecto no es tan obvio y quizá es debido a los niveles de ruido y a los prejuicios.

Dunning y Kruger ganaron el premio Nobel en el año 2000 por su trabajo.

Fuente: Wikipedia

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