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lunes, 14 de mayo de 2012

DURA LA LLUVIA CAE


Carta de la librera Montse Clavé:

No es una novela policial. No es una novela de género, aunque no creo que al autor, Don Carpenter, le preocupara lo más mínimo saber a que categoría pertenecía su novela. Según él mismo reconoció, “sólo aspiraba a escribir de manera clara y para el público en general, más que para los guardianes de las esencias.” 

Escribe George Pelecanos en el prólogo, Dura la lluvia que cae (Hard Rain Falling), no es tan sólo una buena novela, es literatura popular de la mejor especie. 

Estoy de acuerdo con Pelecanos. Él, la considera la novela norteamericana más importante e ignorada de los años sesenta. Para mí la mejor que he leído en mucho tiempo. Un descubrimiento. La novela que no pararé de recomendar a las personas que quiero (todas son lectoras), desde este mismo instante, en que recién terminada, ya noto su ausencia. 

Agradezco enormemente a la editora de Duomo que haya publicado este libro. Que me haya descubierto a Don Carpenter. No está todo perdido mientras queden editores que quieren su oficio, y que creen que éste está por encima de las leyes del mercado. Gracias también por brindarnos la cuidada traducción de Ramón de España, que nos hace llegar, casi transparente, la voz de la escritura de Don Carpenter. 

Todo un placer. 

En la contraportada del libro, podemos leer: Dura la lluvia que cae es una novela de crimen, castigo y la búsqueda de una redención siempre postergada en la estela de Dostoievski. Épica en su alcance, la historia cubre más de tres décadas, desde los años veinte, más rurales, hasta el San Francisco de los años sesenta. Narra las aventuras de Jack Levitt, un adolescente huérfano, que se las arregla para sobrevivir en hoteles roñosos y salas de billar, y Billy Lancing, un joven de color, fugitivo y chapero en el mundo del billar. Tras el paso de Jack por el reformatorio y el ingreso de Billy a la clase media –se casa, es padre de un hijo, tiene un negocio y una amante – el pasado persigue a ambos personajes, apresados en un destino que los une. Después del reencuentro de los dos en una cárcel de California, sus contrariedades verán un final violento y revelador.


Muy poca sinopsis para tanta materia como contiene el libro.

La novela comienza cuando Jack tiene 17 años, en 1947, y termina en 1960 cuando ya ha cumplido treinta años. Una vida.

La descripción de los salones de billar, de las partidas, las pensiones, los bares y locales de boxeo que recorrerá Jack Levitt en los años de adolescencia; los amigos que encontrará en el camino: Denny Mellon y Billy Lansing, éste último, fundamental en su vida, y al que ya adulto vuelve a encontrar en la cárcel. Cómo trata el autor el tema de la masculinidad y la homosexualidad (escrita en los años sesenta) en San Quintín. Escenas de una ternura indecible, crudas, desnudas de cualquier sentimentalismo.

Carpenter es un escritor realista, y sabe que todo el daño inflingido a Jack en lo más hondo nunca se curará del todo. Jack Levitt acaba la novela roto pero no vencido. Carpenter quiere a su personaje y le da todo lo que podemos esperar cualquiera de nosotros. El aquí y el ahora.


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