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jueves, 22 de marzo de 2012

EL DECAMERÓN NEGRO



“…Frobenius escuchó de labios de los bardos de los Sahel —el pueblo que habita la región homónima, entre el Sáhara y la gran selva del Níger—, y de los de muchos otros pueblos del África Central, infinidad de historias, las anotó escrupulosamente y las volvió a contar sin quitarles un ápice de su encanto inicial. Repartido en dos áreas temáticas, la caballería y el amor por una parte, y los cuentos y fábulas populares por otra, El Decamerón negro es uno de esos libros cuya lectura es una fiesta que anula el tiempo, una maravillosa fiesta de no-cumpleaños, a la que están invitados todos ustedes por gentileza de Ediciones del Viento y de su responsable, mi buen amigo Eduardo Riestra, a quien agradezco su gentileza al hacerme caso e incluir en su catálogo una obra tan exquisita como la que tienes la fortuna de tener en las manos, querido lector.”

(Del prólogo de Luis Alberto de Cuenca)

El Decameron negro, Ediciones del Viento, 2012

El Decameron negro, en una edición de 1925

Leo Frobenius nació en Berlín en 1873. Hijo de un militar y viajero interesado por las culturas aborígenes africanas, muy joven se entusiasmó con las lecturas de la biblioteca paterna. Ya en 1905 comenzó a viajar por África. Profesor en la Universidad de Frankfurt desde 1927, dirigió también el Museo de Etnología de la ciudad durante muchos años. Escribió numerosos trabajos sobre etnografía, etnología y filosofía de la historia. En 1924 visitó la Residencia de Estudiantes, en Madrid, donde impartió conferencias, lo que ha sido recogido en la exposición “Viajeros por el conocimiento” (2011). Falleció en Italia, a orillas del lago Maggiore, en 1938.

Leo Frobenius 

Cabezas de bronce de la cultura Ife

NOTAS: Interesante y recomendable libro de leyendas y cuentos africanos, sobretodo si se saltan el prólogo de esta nueva edición. En una expedición de Frobenius en 1910, localizó una cabezas de bronce que descubrieron al mundo el arte y la cultura de Ife. Como curiosidad, el músico cubano Leo Brouwer se inspiró en este libro para componer una pieza musical con título homónimo.

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