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domingo, 22 de enero de 2012

LA VAMPIRESA DEL CINE MUDO


"Tengo la cara de una vampiresa, pero el corazón de una feminista"

El reciente estreno y éxito de la película muda "The Artist" me ha traído al recuerdo a una de las primeras estrellas del cine silente que representó la imagen de la vampiresa. Su nombre real fue Theodosia Burr Goodman nacida en Cincinnati (Ohio) en 1890, y fallecida en Los Ángeles (California) en 1955. Pero William Fox, director de los estudios Fox, le cambió el nombre para resaltar el exotismo erótico que pretendía para su recién descubierta estrella, claro que la rutilante actriz sólo tuvo que usar el diminutivo de su nombre y el apellido de su abuela materna y pasó a llamarse Theda Bara. Aunque era hija de un comerciante judío de origen polaco y de una ciudadana suiza, se inventó una biografía para ella. A partir de entonces sería el fruto del amor furtivo entre un artista bohemio francés y una misteriosa mujer árabe, una sibila cuyos mágicos conocimientos habría heredado Theda. Se eligió Egipto como lugar de nacimiento (aunque fuera engendrada en una jaima en el desierto del Sáhara), y sus otrora cabellos rubios se tornaron en negro azabache. Uno de sus primeros éxitos fue la película “Cleopatra” (1917) de Gordon Edward. Para rizar el rizo, con el anagrama de su nombre artístico se puede construir la frase en inglés Arab Death (“muerte árabe”).



Sus películas más famosas, además de la citada, fueron: “Carmen” (1915); “The Tiger Woman (1916); “Salomé” (1918); “The lure of ambition” (1919)… Tras este último film, los estudios la despidieron, ya pasaba de los treinta y… ¡era demasiado mayor!... para encarnar a una vamp. Encima su marido Charles Brabin, con el que se esposó en 1921, le prohibió actuar, aunque ella lo siguió haciendo, en los teatros de Broadway, aprovechando los viajes de su santo. Theda aún colaboraría en un cortometraje titulado “Madame Mystery” (1926), luego vino el retiro y los intentos por relanzar su carrera, circunstancia que me transporta a una mítica escena, la de Norma Desmond (Gloria Swanson) bajando la escalera de su mansión entre los flases de los fotógrafos en la película “El crepúsculo de los dioses” (Sunset Boulevard, 1950). Ya saben: “Yo sigo siendo grande, son las películas las que se han quedado pequeñas”, magnífica frase de una película que si no la han visto, deberían hacerlo lo más urgentemente posible. Diría que destaca más por su guión que por su producción, excelente, por otra parte, pero es como otro peliculón, “Johnny Guitar” (1954), donde uno, letraherido sin remedio, no puede ver sin tomar notas para no perderse ni una frase de este insólito westers.



En fin, pasaron las vampiresas y llegaron las flappers, las pin-ups (como Betty Page, otra debilidad del que suscribe)…, pero esa es otra historia. Les dejo con las sugerentes fotos de una mujer y actriz muy especial, que en esta casa se le venera, quizá porque nos recuerda a las heroínas de las novelas de Robert Howard.








© JAVIER CORIA
Web dedicada a Theda Bara

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