LA DIABÓLICA SARDANA

Buscando en viejos legajos me he reencontrado con el origen diabólico del baile folclórico más representativo de Cataluña, la Sardana. Fue este un baile prohibido por las autoridades eclesiásticas, por considerar que era un baile profano y ligado estrechamente a los ritos brujeriles.

La Sardana se bailaba dentro de los templos y era el último vestigio de unos rituales perdidos de las religiones precristianas. Luego, la ley y la moral católica, los persiguió como demuestran estos párrafos que he encontrado y que datan de los siglos XVI y XVII. Están en catalán antiguo, pero trataré de traducirlos, aunque verán que son fáciles de entender. Les copiaré la grafía original, ya que tiene una “música” muy especial.

El primero es de fray Benet Tocco, que fue un monje benedictino, abad de Montserrat y obispo de Vic y Girona. Como obispo de Girona escribió, el 22 de mayo de 1573, unos edictos contra los abusos de los juglares que bailaban las sardanas dentro de las iglesias:

“…en dita sglesia catedral de Gerona e altres de nostre bisbat (…) los jutglàs ssonants cançons inhonestes e ballant sardanas”

(… en dicha iglesia catedral de Girona y en otros de nuestro obispado, los juglares hacen sonar canciones deshonestas y bailan sardanas)

El siguiente es más explícito. Fue dictado en plena cacería de brujas, en agosto de 1610 en Igualada:

“…que no’s ballen d’aquí al devant en la plassa serdanes per ser ball deshonest, y que de ninguna manera se balle en divendres, attès que en semblant die pregué mort y passió nostre senior Déu Jesucrist per Nostra salud y remey, y que no’s balle sinó de die y no de nit, y assò per a llevar tots abusos…”

(…que no se bailen, de aquí en adelante, en la plaza, sardanas por ser un baile deshonesto. Y que de ninguna manera se baile en viernes, en atención a que en ese día ocurrió la pasión y muerte de nuestro Dios Jesucristo por nuestra salud y remedio. Y que no se baile de noche, sino de día, y esto por llevar grandes abusos…)

Es curioso este último, porque hace referencia al viernes noche, cuando las brujas realizaban el sabbat y bailaban el Ball rodó (la primitiva Sardana) o “Baile redondo” al son del flabiol y tamboril. Estos instrumentos también eran usados por las brujas navarras y vizcaínas.

Como vemos, la Sardana tiene una historia pagana y de ritual precristiano. El flabiol (especie de txistu) y el tamboril, según tradiciones perdidas, eran instrumentos que tocaba el mismo Diablo y están relacionados con la historia de las brujas catalanas. Hasta una canción popular decía:

“deixem estar la sardana / perquè és cosa molt profana”

(dejemos estar la sardana / porque es cosa muy profana)

La verdad, todo esto me lo contó, en sueños, La Napa, la última bruja catalana ejecutada en Cataluña.


En Sant Feliu Sasserra hay una misteriosa sierra que lleva el nombre de “Serrat de les Forques” (Sierra de las Horcas). En este lugar, entre los años 1619 y 1620, fueron colgadas 6 brujas, pero las ejecuciones siguieron hasta el siglo XVIII. La última mujer acusada de brujería fue colgada el 8 de enero de 1767, su nombre era María Pujol, conocida como La Napa y es el ejemplo de la bruja malvada, más que bruja fue una seginera, una sacamantecas al estilo de Enriqueta Martí (La vampira de Barcelona). La Napa era natural del Prats de Lluçanès, zona tradicional de brujería. Se encontró en su casa un brazo y un hígado cocido en sangre que perteneció a la niña de 4 años Anna Rimbau. En la Feria de las Brujas de Sant Feliu Sasserra, el 31 de octubre al 1 de noviembre, se representa el juicio y ejecución de La Napa.

Ahora, cuando miremos a la gente que en nuestras plazas y calles entrelazan sus manos al son de la tenora y el flabiol, los veremos de otra manera, ¿a qué sí?

© JAVIER CORIA