Esto, unido al desarrollo de películas cada vez más sensibles, posibilitó, entre otras cosas, la obtención de fotografías que congelaban el movimiento. El maridaje de cámara y película hicieron que el reportaje de guerra fuera más dinámico y se alejara de las fotos decimonónicas y de “pose” de Mathew Brady en la Guerra Civil Americana o las fotos de Roger Fenton en la Guerra de Crimea, este último considerado como el primer corresponsal gráfico de guerra en su sentido estricto.
También fue la época del nacimiento y eclosión de las grandes agencias, revistas gráficas y periódicos como Vu, Life, Aiz, Sfir, The Illustrated, Mundo Gráfico, El Día Gráfico, Dephot... sin olvidar el componente político; la ciudadanía internacional, que no sus gobiernos, veían el enfrentamiento entre dictadura y democracia, entre fascismo y antifascismo y tomó partido. La España Republicana era la última trinchera para parar al fascismo, cosa que desgraciadamente no ocurrió y se hizo patente con el auge del nazismo en 1939.
A España llegaron fotógrafos y periodistas de todo el mundo, junto a intelectuales de todo tipo y condición. Aparte de los más famosos Robert Capa, Gerda Taro y Chim, también estuvieron Hans Namuth, Walter Reuter, Kati Horna... Tina Modotti como militante del Socorro Rojo. Cartier-Bresson, Paul Strand y Joris Ivens lo hicieron con sus cámaras de cine y André Malraux filmó “L’Espoir/Sierra de Teruel”, por citar a los más conocidos.
Por desgracia, la represión, la censura y el aislamiento del país durante la posguerra hizo que el trabajo de los fotógrafos españoles no tuviera difusión, muchos de ellos fueron del bando de los vencidos. Centelles guardó cuatro mil negativos en una maleta que custodiaron unos amigos en Francia hasta que, 1976, volvieron a Barcelona. Lo mismo pasó con el legado de Juan Pando que trabajó para Associated Press en el Madrid sitiado, sus fotos no salieron a la luz hasta el año 2002. Es bastante común que, de vez en cuando, vayan apareciendo nuevos legados fotográficos de ese periodo. En el archivo histórico del PCE tienen mil seiscientos ochenta negativos sin identificar que se sospecha podrían ser de Capa. Por otra parte están las fotos de los aficionados, combatientes o brigadistas internacionales que se llevaron sus fotos a sus respectivos países. En conclusión, la historia definitiva de los reporteros gráficos en la Guerra Civil española, aún está por escribir.
© JAVIER CORIA
NOTA: Este fragmento forma parte de 5 reportajes publicados originalmente en la revista de historia CLÍO de julio de 2003 con el título: DOSSIER: 5 FOTÓGRAFOS TESTIGOS DE LA HISTORIA.
También Kim Philby utilizó la"excusa"de corresponsal de guerra.
ResponderEliminarSí, una peripecia de película. No sé cómo no hay una peli sobre ello (¿o la hay?), pero una de las primeras misiones de Philby, creo, era asesinar a Franco. Este texto va sobre los fotógrafos, algún día contaré la historia de "La Blonde", la espía por amor, que espió para los franquistas hasta que bombardearon Barcelona y mataron a su amante y a mucha gente civil. Entonces se hizo agente doble. Se dedicó a pasar informes falsos a los franquistas. Hace años lo investigué, pero no hubo manera de descubrir su verdadera identidad, ni los mejores "espiólogos" lo saben. Sólo que era una mujer catalana que murió muy mayor y llamaba para insultar y amenezar a quién osara escribir sobre ella. Todo un personaje.
ResponderEliminarSe me olvidaba, Esther i Toni, este domingo, en Cuarto Milenio, se emite el reportaje sobre Montserrat, a las "tantonas", claro. Aunque luego se puede ver en la web de Cuatro en la opción "Play Cuatro" que es como el "TV3 a la carta".
ResponderEliminarLa última escena deL'Espoir,cuando bajan la montaña,se rodó aquí;otras también,pero esta es ...Gracias por avisar,lo veremos.
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