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miércoles, 6 de junio de 2012

UNA MUJER SILENCIADA



Conocí a Antonina Rodrigo en la época en que ser republicano no estaba de moda, es más, era casi una provocación radical para los partidos de la llamada izquierda parlamentaria que hoy se han  trocado en fervientes republicanos; cuando algunos de ellos llegaron a quitar la bandera republicana de sus sedes para poner la roja y gualda. Ella y su marido, el gran Eduardo Pons Prades, desgraciadamente fallecido en 2007, participaban en muchos actos de solidaridad y de carácter republicano, en dichos actos coincidí con la pareja de escritores. Por la temática de sus libros, la crónica y el documento histórico sobre la Guerra Civil Española, conocí y traté más a Eduardo, pero coincidí con Antonina en algún sarao de la desaparecida Convención Republicana –ella no debe ni acordarse de mí- y pude saber de primera mano lo interesante de su obra documental y biográfica sobre “las mujeres en la sombra”. En 1996 o principios de 1997, recuerdo una conversación sobre el libro que recién había terminado sobre María Lejárraga que conoció varias ediciones y editoriales, pero cuya primera edición corrió a cargo de la editorial VOSA, teniendo yo un ejemplar dedicado por la autora. Daba (y da) gusto escuchar hablar a Antonina, con su ligero acento granadino, sobre el trabajo de documentación y sobre la vida de estas mujeres. Concienzuda, rigurosa en el dato y con una voz narrativa nada común en este tipo de trabajos. En fin, aquí les dejo la información sobre el penúltimo libro de Antonina Rodrigo. 
© Javier Coria 
Una mujer silenciada
Mª Teresa Toral: ciencia compromiso y exilio


"Mucho de lo que sabemos de las mujeres españolas en el exilio se lo debemos a Antonina Rodrigo. Ahora nos regala uno de sus libros más importantes con el cual nos permite conocer la vida de María Teresa Toral, una mujer verdaderamente extraordinaria. Una vida inspiradora resumida en un libro fascinante y conmovedor."
Paul Preston 

María Teresa Toral

María Teresa, niña precoz, observadora e imaginativa que nació en Madrid en 1911 es protagonista de una biografía fascinante, propia de una mujer avanzada a su tiempo, culta, brillante científica, comprometida y afectiva. Como lo fueron algunas de sus coetáneas, Victoria Kent, Clara Campoamor o María Zambrano.

Incomprensiblemente, su nombre es aún irreconocible y su vida silenciada. Antonina Rodrigo, especialista y biógrafa de mujeres relevantes como Mariana Pineda y María Lejárraga recupera la apasionante historia de su vida. Estudió farmacia y química y fue una de las discípulas de Enrique Moles. Aprovechó sus conocimientos para, en plena guerra civil, construir explosivos y sufrió un calvario en las cárceles franquistas. En 1956 logró escapar a México, dando un giro a su carrera y centrándose en el grabado. Alcanzó un gran reconocimiento como artista y vivió una extraordinaria relación amorosa junto a Lan Andomian, músico de gran virtuosismo y reconocimiento mundial.


Antonina Rodrigo nació en el Albaicín (Granada) y reside en Barcelona desde 1970. Aunque reconocida por sus estudios biográficos, ha cultivado todos los géneros literarios. Destacan especialmente sus libros sobre Federico García Lorca, Salvador Dalí, Manuel Ángeles Ortiz, Josep Trueta, María Antonina Fernández «La Caramba», Margarita Xirgu o María de Lejárraga, entre otras. Además su trilogía sobre mujeres silenciadas ha rescatado singulares protagonistas de la II República, la Guerra Civil y el exilio. Sus obras están traducidas a numerosos idiomas y ha recibido por ellas varias distinciones, entre las cuales se encuentran el Premio Internacional de Periodismo Manuel de Falla (Madrid, 1975); el Premio Internacional Académie Européene des Arts (París, 1988) y el Premio Aldaba (Granada, 1989). Además, en 1981, fue finalista del prestigioso premio Espejo de España, por "Lorca-Dalí. Una amistad traicionada". Es poseedora de la “Creu de Sant Jordi” que recibió en 2006.

2 comentarios:

  1. Anotado queda. "Caerá" el viernes, que estamos de Feria y hay descuento.

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  2. El de María Lejárraga también está muy bien, imagínense que fue la autora de la mayoría de las obras que firmaba su marido, Gregorio Martínez Sierra, el de "Canción de cuna".

    Por cierto, un brindis por Ray Bradbury, que nos dejó el martes pasado a la edad de 91 años.

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