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martes, 30 de marzo de 2010

ADIÓS MUNDO CRUEL

MALCOLM LOWRY
Para escribir Bajo el volcán, publicada en 1947 y protagonizada por un cercano alter ego suyo, Malcolm Lowry (1909-1957) tardó quince años. Se dice que al final su esposa, que era además su secretaria y enfermera, dio el toque final a la novela porque Malcolm, debido a sus excesos alcohólicos, no tenía la cabeza ni el cuerpo para terminar su obra. Las manos de Lowry temblaban a causa del Parkinson tanto si estaba sobrio como si estaba borracho.

Lowry era un bebedor prodigioso que solía empaparse en alcohol para sumergirse en sus obras. Cuando todavía podía coger un bolígrafo o un lápiz para escribir, sin embargo, estaba días enteros sin beber, simplemente creando; parecía poseído. Escribía de pie frente a su escritorio y podía permanecer así durante doce o catorce horas. El resultado de este exceso junto al alcohol fueron unas dolorosas venas varicosas. En los últimos años dictaba a su paciente segunda esposa, Marguerie Bonner.

El cónsul Geoffrey Firmin de Bajo el volcán es Lowry al cien por cien. La novela recoge, en un ambiente de locura y pesadilla, el último día de la vida del cónsul inglés, salpicándolo de imágenes y pensamientos influenciados (yo hubiera escrito “influidos” y evitado el galicismo) por la presencia del alcohol, la incomunicación y la muerte.

En una carta a Derek Pethick, Lowry defiende que el torturado cónsul es más que un simple borracho en un país exótico. “El cónsul se ha convertido así en un hombre que es todo destrucción. En realidad, casi ha dejado de ser un hombre, sus sentimientos humanos hacen las cosas más negativas para él, pero no alteran nada, está en el infierno”. Incluso el segundo carácter de la novela, Hugh, es otra versión del escritor. Sin embargo, por primera vez en su obra, Lowry fue capaz de crear personajes ajenos a él que tenían una cierta fuerza. La novela no fue reconocida en su momento, pero ahora ya es considerada una de las mejores del siglo XX. John Huston realizó una soberbia adaptación al cine de Bajo el volcán.

Como Firmin, Malcolm también tenía algún cargo sobre su conciencia. Durante sus años escolares una estudiante se enamoró locamente de él y terminó por suicidarse. Lowry tuvo tormentosas relaciones con las mujeres. Su primera esposa, Jan Gabrial, lo abandonó por culpa de su compleja personalidad y de su tendencia a la agresividad. En ella se inspiró Lowry para su Yvonne de Bajo el volcán. Después se caso con Margerie Bonner. Con todas sus mujeres, Lowry mantuvo una relación eminentemente epistolar. También escribió numerosas cartas a sus amigos. En ellas se mostraba como un hombre torturado, con un alto concepto de la amistad, escritor vocacional y con un gran sentido del humor.

El principal problema de Lowry fue su inestabilidad y su vulnerabilidad, exacerbadas por el alcohol y sus graves problemas de salud. En Bajo el volcán imaginó su final… En la realidad no pudo escapar a su destino.

El 26 de junio de 1957 puso fin a su vida. Después de que Margerie se marchara tras una disputa con Malcolm en la que él llegó a perseguir con una botella rota, el escritor cogió las píldoras para dormir de su mujer y otra botella de ginebra y empezó a beber. Sabía que Margerie, que había ido a refugiarse en casa de la patrona, no volvería hasta el día siguiente. Por la noche, Lowry vomitó y se ahogó en su propio vómito.

NOTA: Del libro Adiós mundo cruel, cuya selección y presentación está a cargo de Alicia Misrahi. Editorial Océano, Barcelona 2003.

2 comentarios:

  1. Visito muchas veces tu blog, aunque no suelo dejar opinión. Todos tus artículos me resultan interesantes, ademas de variados. Enhorabuena, compartimos aficiones.
    No me he leído este libro, pero lo pongo en la lista.
    Saludos

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  2. ¡Gracias! Son variados porque son tantas cosas las que me interesan... De alguna forma, la curiosidad y las ganas de descubrir son el mejor combustible para transitar por esta vida.

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